Nibali conquistó Lombardía por segunda vez

7 octubre de 2017 - 02:31 PM

En una buena demostración del excelente nivel que sostiene esta temporada, el italiano Vincenzo Nibali se adjudicó el título del último Monumento del año, por segunda vez en su carrera, en una jornada en la que el boyacense Nairo Quintana terminó octavo y el cundinamarqués Egan Bernal volvió a dar muestras de su grandeza.

Como lo hizo hace dos años, el imponente Vincenzo Nibali se quedó con el título del Giro de Lombardía, último de los llamados Monumentos del ciclismo, que se disputó ayer sobre 247 kilómetros entre las localidades italianas de Bérgamo y Como, en el que los colombianos volvieron a mostrarse, ratificando que están al nivel de los grandes corredores del pelotón internacional.

El corredor italiano, quien no estuvo presente en la pasada Milán-Turín para llegar en óptimas condiciones a este Monumento, lanzó un letal ataque a falta de 17 kilómetros para la línea de meta, que sirvió para dictar sentencia en los últimos metros y subir al podio como campeón de la edición número 105 de la tradicional carrera italiana.

Los aventureros de la jornada

La también llamada Clásica de las Hojas Muertas tuvo emoción desde los primeros kilómetros, cuando un grupo de seis corredores partió del pelotón e inició la aventura de la jornada. Lennard Hofstede (Sunweb), Leturnier Mathias (Cofidis), Lorenzo Rota (Bardiani), Davide Ballerini (Androni), Pier Paolo De Negri (Nippo) y Jacques Van Rensburg (Dimension Data), fueron los protagonistas de la fuga del día, que alcanzó a tener una diferencia de 12 minutos respecto al pelotón.

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Cuando aún faltaban 170 kilómetros para la llegada y las dificultades más grandes de la carrera por superar, el Bahrain de Nibali, Astana de Aru y el Cannondale de Rigo iniciaron a trabajar para el descuento y para darle caza a los escapados, pues sus líderes querían quedarse con el título.

En el ascenso del Ghisallo, de 8,5 kilómetros, el grupo de punta quedó conformado sólo por Mikael Cherel (Ag2r), Laurens De Plus (Quick-Step) y Letournier, seguidos por un grupo de cinco ciclistas, entre ellos el colombiano Winner Anacona (Movistar). El lote estaba a un minuto, lo que prometía espectáculo en los últimos kilómetros de la carrera.

Leturnier pasó primero por el Colma di Sormano, de 7 kilómetros, y a 60 segundos lo hicieron los favoritos Nibali, Aru, Quintana y demás. En el descenso, Cherel se fue solo en punta, perseguido por Laurens, quien sufrió una dramática caída que asustó a su equipo, pero al final fue confirmado que no sufrió lesiones de gravedad.

Lucha por la victoria

En los últimos 30 kilómetros, en el ascenso del Civiglio, de 4 kilómetros, muy conocido por Nibali, fue el escenario de la batalla de los interesados en la victoria. De Marchi, Gilbert, Bilbao y Cherel intentaron irse, pero la ambición de los favoritos, con un ataque de Thibaut Pinot, seguido por Nibali, los llevó a neutralizarlos, pasando primero por el Civiglio.

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En el descenso, Nibali sacó sus grandes habilidades, dejó a Pinot y se fue en solitario, perseguido por un pequeño grupo de corredores en el que sobresalían los colombianos Rigoberto Urán (Cannondale), Nairo Quintana (Movistar) y el juvenil Egan Bernal (Androni), quien volvió a batirse entre los grandes, dando muestras de su potencial.

La legión cafetera, que tuvo una buena presentación, no pudo con el letal Nibali, quien sentenció la prueba tras 6 horas, 15 minutos y 28 segundos, subiendo al primer cajón del podio por segunda vez en esta carrera. A pocos segundos cruzaron el francés Julian Alaphilippe (Quick-Step) y el italiano Gianni Moscon (Sky), segundo y tercero respectivamente. Nairo fue el mejor de colombiano al terminar octavo.

Al final, Vincenzo Nibali afirmó que “conseguí una gran victoria, no podría pedir nada más. No fue fácil repetir lo hecho hace dos años, esta vez fue más difícil, pero ganar un Monumento siempre es un gran resultado”.