El tema de la dualidad de la vida no tiene pierde, es eterno. Cada década que transcurre en el tiempo tiene su lienzo propio, sus colores y su textura, el equilibrio y la locura se abrazan. Aquello tan blanco y aquello tan negro se mezclan. Pero hay invitaciones como el agua y el aceite y aquí la moda demuestra su tiempo. En esta página lo podemos ver.
TEATRO A LO CLASICO
El Teatro Pablo Tobón Uribe se vistió de fiesta en estos días, el motivo daba para celebrar con mucha alegría el aniversario 65 de su Fundación Pablo Tobón Uribe. Fundación que dio pie a que hoy exista el tradicional teatro que aunque ustedes no lo crean a punta de donaciones y una de ella la más generosa de un millón de pesos del señor Pablo Tobón, fue lo que permitió su construcción. Hoy un espacio cultural de conciertos, obras de teatro, ópera, danzas, toda una programación variada. Para estas fiestas de celebración se llenaron de teatro, música y arte. De España llegó la agrupación Green Valley, en compañía de la banda local Don Kristobal. Miren el vestuario clásico de los invitados, acorde con la invitación. La tranquilidad en recinto cerrado.
MUSICA ELECTRÓNICA
Al mismo tiempo pero en otro lugar de la ciudad, en un espacio maravilloso de aire fresco, hierba y estrellas en el cielo, se dio la celebración de conciertos de música electrónica el “Breakfest” metal por punta y punta, siendo lo más destacado el sonido de los Pet shop boy, de Julián Casablancas y de Bomba Stereo. Un espacio que permitió que esta juventud que piensa, hace y se viste a la comodidad de cómo le da la gana, pudieran disfrutar metálicamente de un viernes y sábado de todo eso que podemos decir sin…inhibiciones. Miren ustedes, observen bien cada detalle de chicos y chicas…tatuajes, rotos, mayas, camisones, y nada…todo esto está a la moda de figurines de los chicos de hoy. Perfecto para esta música discotequera, de fiesta, de luces espectaculares, colores que se dio en el maravilloso espacio del Parque Norte. Es el mundo de la nueva generación, la misma que también quiere la tranquilidad y los cambios.
Dos mudos diferentes de públicos, pero tanto en lo sinfónico como en lo electrónico la vida exige respeto, comprensión, equilibrio y alegría de vivir.