La evaluación de los 15 años del Club de la Prensa de Medellín coincide con una nueva versión del Festival de Periodismo Gabriel García Márquez en esta ciudad, que en buena hora acogió la iniciativa de la Fundación Nuevo Periodismo inspirada por el propio Nobel y que hoy lleva su nombre. En la junta en la que se evaluaron las actividades conmemorativas y se empezó a trazar la ruta 2019, se ratificó el norte de acción en la promoción de la formación de los periodistas como aporte a la sociedad.

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Este año, el del tercer lustro, El Club hizo por primera vez dos diplomados en una misma vigencia, con lo que llegó a 16 programas de educación continua en asocio con las más importantes universidades de la región y el apoyo de un importante número de empresas que han entendido que periodistas mejor formados, sirven mejor, porque tienen más elementos para contar la realidad cotidiana y ayudarla a entender.

En esa misma dirección, la Fundación Nuevo Periodismo además de reconocer los trabajos puntuales de los periodistas de Iberoamérica para estimular nuevas voces y reconocer viejas influencias, adelanta una fiesta de formación y diálogo que gravita sobre las preguntas del periodismo, la pertinencia y las nuevas y mejores maneras del ejercicio. Formación como única garantía de triunfo frente a las amenazas y en favor de la verdad.

Además del compromiso de mantener y mejorar las alternativas de cualificación, desde la capacitación en diversos temas, el Club de la Prensa se propone ayudar en la profesionalización de un vasto grupo de periodistas empíricos que ha visto la necesidad de capacitarse para poder estar a tono con el ejercicio. También se avanza en la promoción de alternativas de formación en posgrado y en saberes específicos que les entreguen mejores herramientas a los llamados notarios de la historia.

Pero la misma junta se comprometió a animar y promover la discusión sobre el proyecto de ley que pretende revivir la tarjeta profesional como requisito para ejercer el periodismo o la comunicación social. Un documento eliminado con la declaratoria de inconstitucionalidad de la ley 51 de 1975, determinación apoyada en la defensa a la libertad de expresión en 1998, que poco ha contribuido en la práctica a abrir el abanico de posibilidades o a democratizar los medios, como sí a desmejorar las condiciones laborales de los periodistas.

Un tema que supera el interés de quienes hemos escogido este oficio como la manera de ganarnos la vida y que tiene que ver con el acceso a los medios, la libertad de expresión, la libertad de empresa y muchos otros tópicos que involucran a la sociedad. Periodistas mejor capacitados y mejor remunerados harán sin duda mejor periodismo, que es lo que reclama la sociedad.

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El tema ya no es si este es o no el mejor oficio del mundo. Más que con el placer, el periodismo tiene que ver con el poder, el bien común, la búsqueda de la verdad y la comprensión de la realidad. Si no fuera tan vital no habría tantos periodistas asesinados o amenazados en casi todos los rincones del mundo. Por eso, organizaciones como la FPNI o El Club de la Prensa, que además de premiar el ejercicio se han comprometido a fondo en la formación de mejores periodistas, más que a los reporteros, sirven a la comunidad que merece personas más cualificadas y de criterio mejor forjado para que le ayude a narrar el momento y avizorar lo que viene.

Es que en estas épocas en las que se produce tanta información y se comparten tantos mensajes, es cuando más falta hace la curaduría de profesionales idóneos que superen la velocidad, la cantidad y la vanidad del “me gusta”, para hacer la preguntas que incomodan, escribir los análisis que iluminan y garantizar el periodismo libre y responsable, que en últimas es el soporte de una verdadera democracia.

Comentarios:

Omar
2018-10-05 10:04:40

Hoy, mas que nunca, nuestros periodistas, hacen honor a su origen: el juglar, ese que mas que cantor era el portador de "noticias", chismes y rumores.

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