Una historia que surge de un hecho personal terminó por convertirse en una película que habla de la antiviolencia, contada con un lenguaje audiovisual diseñado para realzar la narración, lo que la ha hecho merecedora de varios premios nacionales e internacionales.
Matar a Jesús, la película colombiana más ganadora en el Ficci, se estrenó el pasado jueves 8 de marzo en las salas de cine nacional, reivindicando el anhelo de paz y reconciliación en el país.
Laura Mora, directora de esta cinta, explicó cómo está película, sin pensarlo, se convirtió en un símbolo de la reconciliación muy pertinente para la actualidad que vive el país. Además, contó cómo se creó la escena en la que víctima y victimario se encuentran, en la que evidencia como ambas partes de la historia pueden ir de fiesta a los mismos lugares, escuchar la misma música y encontrarse en lugares comunes de la ciudad.
La construcción de Paula y Jesús, los personajes de Matar a Jesús, fue un proceso muy largo, indicó la directora, pues no se realizó un casting abierto sino que fue más un proceso de búsqueda en la ciudad. Fue así como descubrieron a Natasha Jaramillo y Giovany Rodríguez, dos jóvenes del común que dieron vida a los protagonistas de esta historia, permitiendo que los espectadores experimentaran el odio, la impotencia, el miedo, la adrenalina, el desafío y la desesperación que viven cada uno de ellos a lo largo de la trama.
Según Laura el tercer actor en esta historia es Medellín, razón por la que no quiso enfocarse en lugares específicos, por el contrario armó un mapa que evidencia la diversidad de la ciudad. Con la cámara al hombro y escenas oscuras, la directora logra imágenes sucias como ella las quería porque, según explicó, lo estético era algo que no le pertenecía a esta historia. Cada detalle, plano, iluminación y encuadre presentes en la película Matar a Jesús fueron pensados para afirmar la historia que los actores contaban. Al Usar la cámara al hombro, la directora logra evidenciar el afán de la vida en un mundo que no para.
Laura Mora se siente en medio de los grandes directores que iniciaron con el cine local y las nuevas generaciones cinematográficas, sabe que la industria está creciendo y espera que no se pare. Entre sus referentes están Víctor Gaviria y Carlos Moreno. Actualmente, está trabajando en un nuevo proyecto, que espera no se demore otros diez años, y el que irá a presentar en el festival de cine de Touluse.