Son de Valledupar, pero desde que formaron un equipo y se fijaron objetivos, convirtieron a Medellín en su tierra adoptiva. Los momentos más trascendentales de la equipo de baloncesto del Colegio Colombo-Inglés, que ahora representarán a Colombia en los Sudamericanos Escolares, tienen que ver con la capital antioqueña. 
El primer paso que dieron fue en el Pony Baloncesto. Allí mostraron su potencial y comprobaron que tenían la madera para competir ante otros equipos del país. 
Luego llegaron los títulos regionales; conquistaron la Costa Atlántica y en Barranquilla consiguieron el cupo para llegar a la Capital a buscar algo soñado: clasificar a los Sudamericanos Escolares y vestir los colores de Colombia. Y en la final de los Juegos Supérate hicieron algo épico. “Ante el Salazar y Herrera íbamos abajo por 15 puntos. Nos unimos como familia y en el último suspiro los  vencimos por un punto. Un punto que nos tiene aquí”, dice Danilo Jiménez, armador del equipo, recordando la final en Bogotá ante el tradicional colegio de antioqueño.
Representando al país se sentirán como en casa en Medellín aunque su natal Valledupar esté un poco lejos. “Nos encanta competir acá. De hecho, desde que comenzamos el proceso siempre buscamos equipos paisas para foguearnos porque nos exigen un nivel alto”, dice Manuel Choles, entrenador del quintento y quien no esconde la alegría por lo que, según él, permitirá un crecimiento acelerado del baloncesto en el país. “Los Juegos Supérate, a parte de permitirnos estar en competencia internacional, va a ser determinante para el desarrollo del basket colombiano porque va a fomentar en los muchachos el anhelo de estudiar pues es la única forma de entrar a un proceso deportivo. Además, será muy fácil detectar talentos por los seguimientos. Todo en Coldeportes está muy organizado desde la base y las edades tempranas. Antes eran torneos intercolegiados aislados. Ahora se ha vuelto muy competitivo”, dice el entrenador Choles.
Tanto el profe como sus pupilos esperan cerrar de la mejor forma el ciclo que comenzaron en la misma ciudad en aquel torneo de Pony, y quedarse con el oro en estos Juegos Sudamericanos Escolares. “Siempre es muy chévere venir a Medellín. Lo disfrutamos como familia que somos y vemos cerquita el título. Creemos que podemos conseguirlo. ¡Uy! Imagínate lo que sería ganar un trofeo representando a Colombia”, dice Danilo, armador del quinteto, con su inconfundible acento vallenato y quien confía en que la capital antioqueña será el escenario del momento más importante de sus escasos trece años y el de sus amigos de equipo.