Para que los allegados de Sandra Patricia Córdoba pudieran darle cristiana sepultura tuvieron que viajar desde Quibdó hasta Medellín, después que el Municipio chocoano les aportara 500.000 pesos y además recolectaran dinero entre comerciantes y amigos.

Ya en la capital antioqueña recibieron ayuda de la Administración, que se encargó del sepelio, comenta Yesimar Álvarez, concejal de Quibdó y primo de la mujer afrodescendiente, asesinada el sábado en el barrio El Pesebre junto a sus dos hijos.

“Verdaderamente estamos muy tristes porque el anhelo de nosotros como familiares, amigos y vecinos de ella era poder que Sandra fuera sepultada en la ciudad de Quibdó y no aquí en Medellín debido a que todos somos de allá y ella acá no tiene familiares”, dice el corporado, quien opina que fueron muchos los trabajos para poder arribar a la capital antioqueña, lo que incluyó “pasar por la trocha Medellín-Quibdó”.

Para Manuel Córdoba, abuelo de los niños, la tragedia que representa la partida de sus pequeños parientes se suma a la calamidad de haber perdido su vivienda y sus enseres recientemente por una conflagración en su ciudad de origen.

En suelo antioqueño y mientras se realizaba la velación de sus seres queridos, comentó que viajaron aproximadamente doce personas para las honras fúnebres.

“Era muy alegre”

Una de las personas que llegó en la mañana al Cementerio Universal para acompañar por última vez a la mujer víctima del homicidio en El Pesebre, es Yidid Zuleica Tabares, quien con tristeza cuenta que “Sandra era vecinita mía de todo el frente de allá de donde yo vivo, en El Compromiso”.

En el barrio ella “era muy alegre y decía que le encantaba vivir. Ponía sus bachatas, que le encantaban. Era súper hincha del Nacional y ponía la canción El Pregón Verde a todo taco, y decía ¡eh, que viva!”, asegura.

Por eso lo que más recuerda de Sandra es “la alegría, y de hecho, yo ayer viéndola en la sala de velación, se me arrugaba como el corazón de ver que ya estaba ahí como tan calladita”, concluye.

Tristeza en el colegio

Un grupo de compañeros de estudio de Manuel, uno de los niños fallecidos en el hecho, llegó al Cementerio Universal vistiendo el uniforme de la Institución Educativa La Candelaria de Santo Domingo Savio. Portando una cartelera de colores donde se lee “Manuel / lamentamos tu pérdida y la de tu familia”, con las firmas de los integrantes del salón de clase; y con flores en sus manos los pequeños cuentan que les tocó hacer una recolecta entre ellos y rogarle a un conductor de un bus de servicio público para transportara los 25 acompañantes por 25.000 pesos.

“Nosotros estábamos en sala de velación y entonces allá hicimos dos hileritas, y entonces nosotros teníamos la cartelera y de ahí nos dieron las flores ya para tirarles a los cajones”, comenta Melissa Marín Orrego, estudiante.

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Por su parte, otro de los compañeros, Jhonatan Estiven Moreno, dice con frases cortas que Manuel era un buen estudiante y que ahora se encuentran muy tristes con su pérdida.

Chocó, una familia

Nazly Blandón, líder defensora de los derechos de las mujeres, expresa que “hoy estamos dolidos, y tiene que estar dolido es el país y queremos penas máximas. Tenemos que sentar precedente con esto. La justicia está para cumplirla y creo que los movimientos de mujeres de esta ciudad nos hemos venido levantando en contra de esto y necesitamos que eso se vea en la práctica de la justicia”.

“Para nosotros los afros el tema de familiaridad va mucho más allá de lo sanguíneo. En el Chocó todos nos conocemos”, subraya, y continúa diciendo que el homicidio de Sandra “más que un tema sanguíneo es un tema que nos tiene que doler al país, tiene que dolerle a todas las mujeres afro, indígenas, sin distingo de ninguna raza ni de religión ni de etnia”.

De igual manera, la líder explica que ella y sus coterráneos están acostumbrados a realizar sepelios de otra manera pero que se encuentran muy agradecidos con la solidaridad del pueblo antioqueño “porque nos acogieron en una tragedia de estas tan grande”.

Acompañamiento

Con flores, los asistentes recorren el camino hacia el sector que se dispuso para los cuerpos sin vida de la madre y sus dos hijos.

Jorge Iván Ríos, subsecretario de la prestación del servicio de la Secretaría de Educación de Medellín, explica que la Administración realizará una intervención que también cobija a los estudiantes de la Institución Educativa La Candelaria.

“Escuela Entorno protector entra con una intervención a profesores y a niños con unas actividades que tienen que ver con restablecer un poco los ánimos de este hecho tan lamentable”, recalca.

Comenta además que la Alcaldía lamenta este hecho “tan degradante en términos de ciudadanía”, y que se realiza una fase de acompañamiento para la familia.

En la despedida de Sandra y sus pequeños en el Cementerio, las manifestaciones de dolor se suman a la petición de que se realice justicia. 

Para los chocoanos, cuando se encuentren de nuevo en Quibdó, será muy difícil volver a la tumba de Sandra, como lo menciona el concejal Yesimar Álvarez, quien se lamenta:  “¿Cómo vamos a hacer los familiares para visitarla los días domingo o cuando quieran visitar el cuerpo de ella acá en el cementerio? Va a ser imposible porque venir de Quibdó a Medellín no es fácil. Por carretera es difícil y por avión demasiadamente costoso”.