Aunque sí tienen riesgo de caer en actos de corrupción, los concejales no son tan propicios a ese flagelo como los congresistas, que deciden sobre el destino de millonarios recursos.
Concejales que asistieron recientemente a su Encuentro Nacional en Medellín consideraron que su labor y gestión en favor de los municipios debe ser mejor remunerada, reconocida y el concejal debe ser dignificado por el Estado.
Por tal motivo no estuvieron de acuerdo en realizar una tarea cívica, política y ad honorem o gratis, pues prestan un servicio y realizan un trabajo que debe ser pago.
Además se quejaron que están muy abandonados por los Gobiernos nacional y municipales.
Y aunque admitieron que hay peligros y riesgo de cometer o caer en actos de corrupción en su ejercicio, no es comparable con lo que se registra con los congresistas, que tienen a su cargo decisiones y presiones de enorme calado sobre el Ejecutivo.
De esa forma se manifestaron los presidentes de los concejos de Manizales, Bogotá y Barranquilla al ser consultados sobre la situación y evolución de la labor del cabildante, en torno a si deben o no ser remunerados y acerca de su vulnerabilidad frente a la corrupción.
En tal sentido, Víctor Hugo Cortés Carrillo, presidente del Concejo de la capital de Caldas, dijo que hay que dignificar la labor de los concejales, porque no tienen un reconocimiento legal y están muy desprotegidos.
Manifestó que no hay proyectos dirigidos a mejorar la seguridad social de muchos de ellos, sobre todo los de municipios de cuarta, quinta y sexta categoría.
Su diagnóstico es que los municipios no cuentan con recursos para brindarles siquiera la seguridad social.
“Vemos cómo en ciudades capitales los comuneros y hasta los ediles de las JAL tienen incluso más beneficios que los concejales de los municipios de cuarta a sexta categoría”.
Comentó que no se tienen proyecciones sobre que los concejales tengan beneficios como prestaciones sociales por el servicio que prestan, y aunque reciben honorarios, los obtienen cuando hay sesiones, pero si no hay, no les pagan.
En el Encuentro Nacional de Concejales, informó, se dejó en claro que hay cabildantes amenazados, especialmente en las zonas veredales que son de transición en el proceso de paz que se adelanta en Colombia. “Están desamparados y desprotegidos”.
Este dignatario explicó que los concejales en ciudades capitales de categoría uno, como Manizales, también tienen dificultades porque los recursos fijados por la ley son muy reducidos.
Reclamó que para los concejales de debe establecer unas condiciones laborales que tenga prestaciones que les brinde tranquilidad, para no tener que alternar con otras actividades.
“En los municipios de primera y segunda categoría al menos hay una ayuda, pero en los otros no y allí sí que es difícil”.
Consideró falso que antes de la Constitución del 91 los concejales trabajaban sin recibir pagos, pues había castas en las ciudades que buscaban salir elegidas para conocer hacia dónde se dirigía el desarrollo de la ciudad, lo que era tener una información privilegiada para ser luego utilizada en beneficio de los sectores de poder que representaban.
“Ellos buscaban beneficios para otros. No era tan ad honorem, sino que cobraban de otra forma”.
Para el político manizalita los concejales no son tan vulnerables a la corrupción como los congresistas, porque no cuentan con las facultades legales para afectar con sus decisiones al Gobierno municipal.
“Los congresistas expiden leyes y tienen capacidad de presionar al Gobierno Nacional, los concejales no”.
Sistema perverso
A su turno, Horacio José Serpa Moncada, en su calidad de presidente del Concejo Distrital de Bogotá, reveló que tras una reunión de 50 presidentes de concejos, con motivo de la cumbre de Medellín para intentar armar una red de concejos, concluyeron que el abandono por parte del Estado es uno de los problemas que los aqueja, sumado a los esquemas de seguridad en municipios donde la seguridad no es la mejor, al tiempo que no hay compromiso del Ejecutivo Nacional sobre la seguridad social para que al concejal le paguen todas sus prestaciones.
Además, en el campo político, los utilizan para las elecciones y luego que pasan, no les vuelven a parar bolas.
“Vamos a solicitar una cita con el ministro del Interior para, si es posible, contar con el apoyo a la solución de estas problemáticas que afectan a más de 12.000 concejales del país”.
En torno al riesgo de corrupción de los concejales, fue vehemente en que el sistema electoral en Colombia es perverso porque el que tiene más plata es el que sale elegido y ahí caen los concejales, los ediles, los congresistas y diputados, porque se mueven grandes cantidades de dinero, lo que genera corrupción electoral.
También dijo que sí existe el famoso lobby cuando se hace un debate de control político que puede afectar a una persona y también cuando se va a aprobar un proyecto de acuerdo, buscando negarlo, hundirlo o aprobarlo.
“Para eso debería existir un manual de mejores prácticas, para que ese cabildeo sea más transparente”.
Para el hijo del senador Serpa, los concejales deberían ser pagos porque hacen un trabajo social y un trabajo por los municipios para beneficiar a miles de personas.
Pero lo ideal, agregó, es que a este escenario lleguen empresarios jóvenes, gente capacitada y no sólo personas que utilizando grandes recursos en las campañas llegan a estas corporaciones con intereses privados.
Nadie trabaja gratis
En concepto del presidente del Concejo de Barranquilla, José Antonio Cadena Bonfanti, de sólo 25 años, el concejal en Colombia vive muy tenso porque no tiene un reconocimiento a nivel nacional y tampoco municipal.
Según su criterio no existe un sistema salarial para los concejales porque no son trabajadores del Estado, sino servidores, a pesar de que movemos los votos a nivel nacional.
“Nuestro salario depende de las sesiones que realicemos, no trabajamos todo el año, son 190 sesiones anuales, a lo que le tenemos que descontar la seguridad social y la salud. Tenemos que dedicarnos a otras labores que limitan nuestro trabajo como concejales”.
Sostuvo que el trabajo del concejal debe ser remunerado como un estímulo para hacer una buena labor, pues a nadie le gusta trabajar gratis.
“Aunque es muy noble trabajar gratis, los concejales también tienen responsabilidades que pagar y cubrir gastos familiares. Ese ingreso de complemento ayuda para pagar las cuentas que se presentan”.
Para este joven presidente del Concejo barranquillero, su actividad no es tan propensa a la corrupción, porque su accionar es muy limitado comparado con el rol que desarrollan los congresistas, amparados por un presupuesto de miles de millones de pesos.
Existen riesgos
El presidente del Concejo de Bello, Jesús Octavio Jiménez Gil, dijo que aunque después de la Constitución del 91 los concejales ganan honorarios, tienen muchas desventajas en salud, en prestaciones y en algunas garantías que contribuyan a fortalecer más su vida privada, en familia y en derechos fundamentales.
Por lo anterior, dijo que el concejal enfrenta muchos riesgos ante los fenómenos de corrupción, pero como actores decisivos de la vida municipal y como representantes muy cercanos a las comunidades tienen que trabajar con mucha transparencia.