El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
Al ingresar por el portal web www.siata.gov.co, que es donde se tiene una información más completa, usted se encontrará con una barra de menú ubicada en el extremo izquierdo de su pantalla. Allí deberá buscar el cuarto ícono de, arriba hacia abajo, llamado redes.Una vez seleccione esta opción se desplegará una barra con las redes de monitoreo que posee en Siata. Deberá dar clic en la opción de ‘Calidad del Aire’ que desplegará toda la red que se encarga de medir los diferentes contaminantes y compuestos de la atmósfera.Puntualmente, con base en la situación ambiental, para conocer los niveles reales de material particulado PM 2.5 deberá dar clic en la opción llamada ‘ICA – PM 2.5 Últimas 24 Horas’, y seleccionar el cuadro que corresponde a ‘ICA – PM 2.5 Estaciones Poeca’, lo que cargará en el mapa los 18 puntos correspondientes a las estaciones de monitoreo de la calidad del aire con las que se toman las decisiones en el Amva.Lea también:Autoridades recomiendan consultar calidad del aire solo enel Siata“Con los colores de los puntos visualmente nos pueden indicar los niveles de contaminación. El Amarillo es el nivel típico del valle de Aburrá, el Naranja es la condición promedio que se presenta en esta época del año, por temas de emisiones y sumados a la meteorología, y el Rojo es cuando entramos en fase de alerta”, indicó Carlos David Hoyos, director del Siata.Estos niveles están asignados a potenciales efectos en la salud: el Verde y el Amarillo no tienen ningún problema para la salud; el naranja sugiere que podría traer efectos para grupos sensibles; y el rojo prologando en el tiempo podría tener efectos negativos para toda la población.El segundo nivel de información, según el Siata, son los valores que se muestran encerrados en cada punto y que corresponden a un promedio de 24 horas en las mediciones de PM 2.5. De 0 a 12 serían nivel verde, de 13 a 37 nivel amarillo, de 38 a 55 nivel naranja y de 56 en adelante indicarían un Rojo.No obstante, “si uno está interesado en conocer más información, al hacer clic en cada estación se muestra un reporte hora a hora, el cual para nosotros es fundamental para la toma de decisiones y evaluar si las medidas han tenido efecto”, aseguró Hoyos.Leer la información hora a hora es muy útil para planear actividades como el ejercicio. Por ejemplo, la concentración a partir de las 11:00 a.m. es muy baja con respecto a la de las primeras horas mañana y favorecería esta actividad.Con las gráficas que se despliegan se puede ver el reporte que ha tenido cada aparato de medición en periodos de 12 horas, 24 horas, 48 horas, 72 horas, 7 días y 1 mes. Así podrá identificar en qué horas la calidad del aire mejora o empeora.La estación de monitoreo de la Universidad Nacional y el cerro El Volador, comúnmente es uno de los puntos más contaminados. Sin embargo, según las gráficas que arrojó este punto en la madrugada del miércoles el pico más alto estuvo a las 7:00 a.m. cuando alcanzó los 82 microgramos por metro cúbico de PM 2.5, mientras que a las 4:00 p.m. registró una calidad del aire excelente al medir tan solo 6 microgramos.Si bien el ejemplo de esta estación se hace con la medida de pico y placa ambiental, normalmente el comportamiento es similar y en las horas de la tarde previo a la hora pico es donde siempre hay una disminución de contaminantes.De esta forma se podrá realizar una lectura más aterrizada de los resultados con la idea de que sean compartidos con la comunidad de manera responsable.Otros de los métodos que le permitirán medir el aire en la ciudad corresponde a la red de Ciudadanos Científicos, un proyecto que sirve de apoyo al Amva para tomar decisiones y que consiste en 250 nubes que son instaladas en diferentes puntos del territorio para medir concentraciones de PM 2.5, temperatura y humedad.Para activar esta capa deberá abrir de nuevo el ícono de redes, luego el de Calidad del Aire y desplazarse hasta abajo en las opciones que le brinda el menú para activar el cuadro de ‘Ciudadanos Científicos’.Una vez lo abra deberá esperar a que cargue la interfaz y verá un mapa con iconos de nubes de colores. Estos colores serán los mismos que los de las estaciones de acuerdo con su nivel, es decir, sólo mostrarán el nivel ICA.Sin embargo, para conocer los niveles deberá dar clic a la nube que desee consultar y allí se desplegará una gráfica con las concentraciones de PM 2.5 a lo largo del día. También tendrá la opción de mirar el reporte de 48 y 72 horas.“La mejor manera de involucrar a la comunidad, de tener un plan educativo y de ayudarnos a tomar mejores decisiones, fue la red de ciudadanos científicos. Hemos tenido casos de elevación en contaminantes en los que no teníamos claridad si era un tema puntual o general y con estas nubes hemos podido corroborar eso en tiempo real”, dijo Hoyos.Además de la página también están las aplicaciones móviles del Siata que muestran la información general mediante los promedios y los colores del ICA que pueden ayudar mucho a tomar decisiones en la mano con respecto al aire que respiramos.Para el caso de las aplicaciones ingrese a este vínculo para conocer más.
¿Dulcecito o dulcesito?La construcción de estos diminutivos causa muchas dudas, aunque la norma es de las más sencillas del sistema ortográfico del castellano/español. Miren: el elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo (¿recuerdan?: prefijos, interfijos y sufijos). Este sufijo que usamos para formar diminutos se escribe con ce: “-ito” se convierte en “-ecito”, “-ececito” o “-cito”.Pero si la base, es decir, aquella parte de la palabra que no cambia, tiene la consonante ese, lo que hacemos es agregar el sufijo “-ito”: oso se convierte en osito, casa en casita, cosa en cosita, porque la otra opción, incorrecta por supuesta, sería, por ejemplo, “cascita”, y no, no funciona así.Lea también: ¿Ultimadamente o últimamente?Ahora, piensen en esto: ¿cómo formarían el diminutivo de clase? Pronuncien el diminutivo. ¿Ya? Notaron que la palabra no sufre ningún cambio y que se le agrega “-cita”. ¿Qué queda?: clasecita. Es muy diferente al caso de osito, que la forman “os” más “-ito”, mientras que a clasecita la forman “clase” más “cita”.De esas que casi nunca usamosFlamear. No es tan tan rara porque usamos palabras como flama o inflamable. Este verbo viene de la palabra latina flamma, que significa “llama”, por eso tenemos la ya citada flama (que puede significar “llama” o “reflejo que la llama produce”), y también por eso inflamable es aquello que se enciende con facilidad y causa, por lo tanto, llamas. ¿Pero qué es flamear? Pues puede ser “echarle” llamas a un alimento usando licor. Puede ser, también, “echarle” fuego a un animal muerto para acabar de quitarle las plumas o los pelos, según sea la especie. O quemar la superficie, por ejemplo, de un recipiente para esterilizarlo.Pero también tiene un significado sin fuego: “Dicho de una bandera: Ondear movida por el viento, sin llegar a desplegarse enteramente” (imagínense una bandera colgada en un barco).
Pregunta: “En el noticiero Citytv acaban de dar un titular de la siguiente forma: ‘Otro feminicidio, el homicida acaba de...’ ¿hay un error en esta expresión?”.El homicida es el que mata (el Diccionario de las academias (rae.es) aún no especifica si a hombre o a mujer). La muerte de una mujer o de un hombre puede ser homicidio. Se está volviendo frecuente el uso de feminicidio (matar a una mujer por ser mujer). La definición del Diccionario de las academias me parece imprecisa: ¿cómo sabemos que el asesino mató a una mujer por el hecho de ser mujer? Un feminicidio debería ser el asesinato de una mujer y ya (sin importar las razones). El feminicida es la persona (hombre o mujer) que comete el feminicidio. Entonces, según lo anterior, el titular está bien porque un feminicida es un homicida. Ahora bien, es posible que homicida termine siendo solo el que mata a un hombre (los significados se van deslizando, cambian). Quizá hubiera sido mejor usar “feminicida” por el hecho de haber escrito “feminicidio”, pero es cuestión de estilo y paladar.¿Va ir a caminar o va “a” ir a caminar?Es cierto que la repetición de la a, que es una preposición, causa un sonido feo. Sí, de acuerdo. También es cierto que uno omite la primera en el discurso oral, es decir, cuando uno está hablando en su entorno, realmente dice “él no va ir a caminar”. Sin embargo, la construcción correcta necesita la preposición dos veces: “Él va a ir a caminar”. La secuencia es “ir a + infinitivo (recuerden que infinitivo es el verbo sin conjugación, terminado, por tanto, en ar, en er o en ir). El verbo “ir” suele necesitar la ayuda de la preposición a.Por eso decimos “yo no voy A cocinar” y no “yo no voy cocinar”. Por eso debemos decir “yo voy a hablar” y no “yo voy hablar”, “yo voy a amarte” y no “yo voy amarte”. Así que, a pesar del sonido feo, quizá, y a pesar de que en el discurso oral nos traguemos la primera (lo cual es entendible por el esfuerzo que exige), la construcción es “él va a ir a caminar”.El hazmerreírSí, así se escribe. Es una composición: hazme + reír (haz + me + reír). Otra palabra que se ha formado con un verbo y que usamos mucho es “sabelotodo”. El hazmerreír es la persona que por su aspecto o por su comportamiento causa risa, se gana la burla. “Fue el hazmerreír de la reunión por su ropa mal combinada”. “Compórtese bien: no quiero que sea el hazmerreír de la familia”.¿Sector automotriz o sector automotor?Recuerden que “triz”, que es un sufijo (o sea, ese elemento que se agrega al final de una palabra base para modificarla), sirve para formar femeninas: una palabra terminada en “triz” debe ser femenina. ¿Entontes? Claro, si sector es masculino, no concuerda con automotriz. Se dice, por tanto, “sector automotor” o “(la) industria automotriz”.Profes y rectores (y quien quiera): dicto talleres de redacción y comprensión lectora. Si les suena, me pueden escribir.
El multimillonario financiero David Rockefeller, influyente filántropo y nieto del fundador de la dinastía Rockefeller, falleció este lunes 20 de marzo a los 101 años, según confirmó su familia.El portavoz de la familia Rockefeller, Fraser P. Seitel, contó a varios medios la muerte del anciano, mientras dormía, en su domicilio de Pocantico Hills, en el estado de Nueva York.El conocido banquero presidió durante años el Chase Manhattan Bank y fue fundador de la Comisión Trilateral, creada en 1973 y considerada una de las organizaciones privadas más influyentes del mundo.Nacido en Nueva York el 12 de junio de 1915, David era el último sobreviviente de su generación dentro del clan Rockefeller, uno de los grandes nombres del capitalismo.Su abuelo, John D. Rockefeller, esaún considerado como el estadounidense más rico de todos los tiempos y como la persona más acaudalada de la historia moderna.A David Rockefeller, el más joven de los seis hijos de John D. Rockefeller Jr., la revista Forbes le atribuía en su última edición, pocas horas antes de conocerse su muerte, una fortuna de 3.300 millones de dólares.Con estudios en Harvard y Londres y doctorado en Ciencias Económicas por la Universidad de Chicago, Rockefeller entró en 1942 como voluntario en el Ejército y fue funcionario de inteligencia en Argelia y ayudante del agregado militar en París donde se licenció con el rango de capitán en 1945.Al año siguiente ingresó como gerente adjunto del departamento internacional del Chase Manhattan Bank, una de las entidades financieras más grandes de Nueva York y en 1955 fue nombrado vicepresidente ejecutivo, antes de pasar a ocupar la presidencia en 1961.En 1981, cuando tenía 65 años, abandonó el cargo en la entidad financiera tras asumir la iniciativa de su expansión a escala internacional.Como filántropo, David Rockefeller se destacó por su apoyo a las artes y por financiar entre otros la creación del Rockefeller Center, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Universidad Rockefeller o la construcción del World Trade Center.Además, reunió una de las colecciones de arte más importantes del planeta con obras de Picasso, Cezanne y Matisse.Durante sus últimos años, a pesar de su avanzada edad, mantuvo siempre una vida muy activa, con numerosos viajes y apariciones públicas.
En un día como hoy en el año 1630 falleció el astrónomo y matemático alemán Johannes Kepler, uno de los principales precursores de la denominada ciencia moderna.Kepler fue una figura clave en la Revolución Científica dada entre los siglos XVI y XVII, en los que emergieron nuevas perspectivas de áreas como la Física, Astronomía, Biología, Química y Medicina.En ese sentido, Kepler y otros científicos como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei e Isaac Newton defendieron el Heliocentrismo, un modelo astronómico que propone que los planetas del Sistema Solar giran alrededor del Sol, contrario al Geocentrismo medieval el cual planteaba que los planetas giraban alrededor de la Tierra.Leyes de KeplerSegún lo anterior, Kepler propuso tres leyes (que llevan su nombre) sobre los movimientos de los planetas. La primera Ley de Kepler dice que 'los planetas describen elipses alrededor del Sol'. Para esta ley, “Kepler se basó en Copérnico quien planteó que el Sol está en el centro del sistema, pero aún se creía que los planetas se mueven en órbitas circulares”, señaló Luis Correa, director del grupo de divulgación Gaia Astronomía.“Esta creencia viene desde la antigua Grecia, porque Aristóteles decía que el mundo ‘supralunar’ debe ser perfecto, y para Platón, la forma más perfecta es el círculo; sin embargo, Kepler estableció sus estudios con elípticas”, destacó Correa.La segunda ley kepleriana propone que “cuando un planeta se mueve en una órbita elíptica y está cerca al Sol, este se mueve más rápido y cuando está más lejos, se mueve más despacio”, explicó el PHD en Astrofísica, Jorge Zuluaga a lo cual Correa agregó que estos puntos de la órbita se llaman Perihelio y Afelio respectivamente.La tercera Ley de Kepler es conocida como Ley Armónica y dice “que existe una proporción entre el periodo orbital (el tiempo que tarde el planeta en dar una vuelta) y la distancia media al Sol”, señaló Correa.En consecuencia, Zuluaga detalló que “el tiempo que se demora un planeta en una órbita elíptica alrededor del Sol es más largo entre más lejos está”.“Esta ley puso más tarde a Newton en el camino correcto para proponer la ley de la gravitación universal”, acotó Correa.Las Tablas RudolfinasKepler también desarrolló las Tablas Rudolfinas (Tabulae Rudolphinae, en su nombre de origen) publicadas en el año 1627, que consisten en un catálogo estelar basado en los estudios observacionales desarrollados por Tycho Brahe, quien detalló las posiciones de por lo menos 1.006 estrellas.Además, las tablas también contienen información logarítmica para localizar a los planetas del Sistema Solar.ReconocimientosEl asteroide (1134) Kepler fue nombrado en su honor por el astrónomo Max Wolf, quien lo descubrió en 1929 en el cinturón de asteroides del Sistema Solar, una región comprendida entre las órbitas de Marte y Júpiter.También el científico tiene su nombre en un cráter de la Luna bautizado por la Unión Astronómica Internacional (UAI) y en la Supernova Kepler (SN 1604), la cual fue una supernova en la Vía Láctea, detectada en la constelación Ophiuchus.Esta supernova fue observada por primera vez por Kepler en 1604 y su investigación sobre la misma fue tan extensa que luego se conoció por su nombre. Esta es la última supernova observada en la Vía Láctea.Obras- Mysterium cosmographicum (El misterio cósmico, 1596).- Astronomiae Pars Optica (La parte óptica de la astronomía, 1604).- De Stella nova in pede Serpentarii (La nueva estrella en el pie de Ophiuchus, 1604).- Strena, seu de Nive Sexangula (Strena, sobre el copo de nieve hexagonal, 1611)- Dioptrica (Dioptrio, 1611).- Epitome astronomiae Copernicanae (Epítome de la astronomía Copernicana, 1618).- Somnium (El sueño, 1634).
En vez de cumplir la tardía decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio para que cesara su competencia desleal contra las empresas prestadoras del servicio público de transporte individual de pasajeros en Colombia, la empresa Uber está desplegando un fuerte chantaje al Estado, buscando la reversión de un fallo de la instancia gubernativa apoyado en la tolerancia a su ilegalidad por parte de sus “socios” y usuarios. Aunque incluye acciones legales, y legítimas, como la demanda contra el fallo ante el Tribunal Superior de Bogotá, la estrategia abunda en amenazas de dudosa legalidad, como la de apelar a las instancias de resolución de conflictos contempladas en el TLC con Estados Unidos, o en presiones inaceptables, como el progresivo y muy mediático apagado “unilateral” de la aplicación, con la que cumple sin cumplir la orden de la SIC.Lo invitamos a leer: Una ciudad más lenta, una ciudad más contaminadaA fin de garantizarse el incumplimiento de las normas que protegen a ciudadanos, ciudades y el ambiente (ver gráfico), la empresa de transporte ha apelado a falacias sobre su naturaleza legal, impacto social y beneficios públicos, que han contaminado las bulliciosas redes sociales y los argumentos de opinadores que desconocen al Estado de Derecho, así como los de algunos despistados promotores de la innovación tecnológica que exaltan la tecnología de esa empresa mientras ignoran ¿a propósito? pasos adelante similares, y hasta mayores, en empresas formales que están a la vanguardia en tecnología, seguridad y hasta en el uso de combustibles limpios.Lo invitamos a leer: Decretan pico y placa extendido por Estado de PrevenciónLa falacia más recurrida desde que se impuso pasando por encima de la ley, y no hubo autoridad que la contuviera, es la de que Uber es una plataforma tecnológica, no una empresa de transporte, porque su principal actividad es conectar a vehículos tripulados con usuarios que los requieren a través de una aplicación y gestionar el pago electrónico de sus servicios. En su función de poner vehículos tripulados a disposición de quienes los necesitan, Uber presta igual servicio que las empresas de taxis, entendiendo que muchas también prestan servicios por aplicación y cuentan con servicios de pago electrónico.De su interés: Un servicio público, esencial y reguladoAl instalar su falacia en la opinión pública y hasta en las instituciones que ya deberían haberla regulado, esa empresa, y las que ofrecen servicios semejantes, han logrado que el Estado eluda la regulación o las decisiones que las someterían a cumplir la amplia legislación que regula el servicio de transporte público individual de pasajeros y las empresas que lo prestan, con el propósito de ofrecer seguridad y respaldo a pasajeros y ciudadanos; garantizar a los conductores la seguridad social a que tienen derecho y que le exigirían al Estado si no la tuvieran; y ajustarse a las normas urbanas dirigidas a garantizar fluidez en la movilidad y merma en la emisión de agentes contaminantes.Además: La modernización del transporteEn su chantaje, Uber muestra enorme desprecio por un Estado que se ha mostrado débil para exigirle cumplir con sus obligaciones de prestador de un servicio público con valor tecnológico agregado, operación que exige una legislación acorde con sus características especiales; actuación coordinada -y no contradictoria- de los ministerios de Transporte y TIC, y fortaleza del aparato judicial para velar por el cumplimiento de las leyes. Aunque es la medida menos deseable, el Estado apeló a la opción de bloqueo por orden de una instancia judicial como instrumento de control a una actividad ilegal, riesgosa, estorbosa en el espacio público y altamente contaminante.Lea también: Uber pone a prueba al EstadoLa actividad de Uber ha encontrado defensores entre usuarios del servicio de taxis descontentos con los abusos y falta de control a empresas y conductores, situación especialmente delicada en Bogotá, donde algunos empresarios de taxis actúan como poderosos sindicatos ilegales, y Barranquilla, ciudad que ni siquiera ha logrado instalar taxímetros en los vehículos. En urbes con apropiados servicios de taxis, las plataformas ilegales crecen en no pocos casos impulsadas por el esnobismo de los pasajeros que aceptan riesgos y costos a cambio de apariencia.Vea: Ciudades ¿verdes o sostenibles?En las circunstancias presentes, algunos defensores de la falacia de Uber, como el representante Mauricio Toro, del partido Verde, reclaman “soluciones transitorias” que permitan que esa empresa preste el servicio de transporte sin someterse a las normas que garantizan seguridad y sostenibilidad en el servicio, posición que le daría patente de corso a esa compañía y prolongaría las inaceptables largas que las instituciones se han dado para resolver una actividad ilegal, que no por ser popular, deja de serlo.