Hoy es el domingo más bello que tiene la Iglesia Católica. Es domingo de luz, de esperanza, de resurrección. Después del tránsito de la muerte llega la resurrección gloriosa, ya esto es un gran motivo de celebración.
Hoy es el domingo más bello que tiene la Iglesia Católica. Es domingo de luz, de esperanza, de resurrección. Después del tránsito de la muerte llega la resurrección gloriosa, ya esto es un gran motivo de celebración.
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¿Cómo nos vestimos? ¿para qué nos vestimos? Observamos esa cultura de hace 50 años, cuando en la Semana Santa la tradicional mantilla para asistir a las ceremonias era accesorio infaltable en las mujeres, la media velada, el vestido sastre, pero sobre todo el recato, el bien vestir, igual en los hombres, su vestido formal, su sombrero. Todo esto desapareció en esta ciudad. Observamos que el mal gusto, lo demasiado informal y como ese…no me importa, se vio en el ir de entrar y salir de las iglesias. Igual la sudadera, que largo o muy corto, lo roto, lo mal puesto.
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Este no fue el panorama visual que nos tocó ver en dos invitaciones que nos hicieron en estos días. Dos invitaciones en donde el buen gusto y las tendencias de moda se vieron a la orden de la noche. Una noche de carros, otra noche de bar.
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Uno: la invitación a la inauguración de la nueva sede, nueva vitrina, de Autogermana en la Milla de Oro, fue una noche de gran celebración. Amplio espacio, atención de variedades de bocaditos deliciosos del restaurante La Provincia, que son sus vecinos, y en el tema licores lo que usted quiso pedir.
La sorpresa de la noche fue presentar a la Miss Universo colombiana, Paulina Vega, pero la verdad a la paisana la vimos muy silvestre. Dentro de las invitadas, asistieron las paisas más bonitas esa noche, más bonitas que ella.
Noche de súper carros, lástima que fue noche de lluvia y las estrellas no brillaron.
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Dos: No es nada fácil aquí en Medellín ir a noche de bar. El buen bar debe tener ciertos espacios aireados, una excelente barra, cómoda, con estantería de variadísimos licores, unas buenas tapas, un hombre de bar que se las sepa todas y que sea eficiente en la atención, silletería cómoda, una luz agradable sin ser oscuridad total ni reflectores en la cara y una música que sea la música con sonido equilibrado que deje dialogar, además de un ambiente aireado. Uno no va a un bar ni a esconderse ni a gritar. Todo lo bueno de esta lista lo tiene el recién inaugurado Bar-Delirio, un tercer piso con aire fresco, amplio, inspira ambiente sano y en plena avenida Nutibara.
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Si la alcaldía de la ciudad le pusiera toda la atención en seguridad de vigilancia y orden en la movilidad a toda la zona de Laureles entre las avenidas Nutibara y Jardín, esta sería la bonita y tranquila zona de diversión para mostrar turísticamente.
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