Aunque la espera se alargó, el clima no detuvo la emoción y la esperanza de los asistentes a la misa papal en el Olaya Herrera que anhelaban ver su Santidad Francisco.
El ‘viaje de la esperanza’, el vuelo de Avianca 9908, aterrizó a las 9:05 a.m. en el aeropuerto internacional José María Córdova de Rionegro. Allí el alcalde del municipio de Rionegro, Andrés Rendón, un representante del Nuncio Apostólico y otro de la Fuerza Aérea, esperaban al papa Francisco que venía de Bogotá.
Minutos antes, en los medios locales, anunciaron que debido a condiciones climáticas, el Sumo Pontífice no sería trasladado a Medellín en helicóptero como se tenía previsto, sino que tendría que desplazarse en un automóvil que con anterioridad estaba dispuesto, hasta el Aeropuerto Olaya Herrera. La llegada para la misa campal que estaba prevista para las 9:30 a.m., ya no podría ser y la espera se alargaría unos minutos más.
A pesar de que la lluvia y el frío parecían los protagonistas de la mañana, como un “milagro divino”, con la llegada del papa, al pisar tierras antioqueñas, la lluvia cesó y aunque el cielo no estuvo de color azul, el sol se dejó sentir.
En la calle, las personas que no asistieron al Olaya, contaron con la suerte de poder ver al papa Francisco bajando por la Avenida Las Palmas, la 33, la Regional y La Calle 10 en el asiento delantero de un Chevrolet de color negro y con el cinturón de seguridad puesto, mientras saludaba a quienes salieron a su encuentro inesperado.
El recorrido de aproximadamente 45 minutos, terminó como era de esperarse en el lugar donde sería la misa campal. A las 10:35 a.m, el papa Francisco fue recibido por el Gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez quien le pidió que le ayudara a salvar al campesinado y le entregó también una carta con dicha petición.
“Papa Francisco, como gobernador de Antioquia le elevo una sentida petición: ¡Salvemos al campesino!, el ser humano más vulnerable de Colombia”.
También estuvieron presentes el Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien le dio la bienvenida al Santo Padre con un carriel, un poncho y un sombrero aguadeño, elementos típicos del campesino de la región, que el papa recibió con una tierna sonrisa. Además, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad. Monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de la Arquidiócesis de Medellín, los acompañó en los actos protocolarios.
En los cuadrantes, la espera había terminado para los asistentes, todo estaba listo para recibir por fin al papa latinoamericano. Pañuelos arriba, aplausos y una emoción que se contagió rápidamente por todas partes, fueron la apertura a la tercera misa campal de la visita a Colombia del Sumo Pontífice.
El papa recibió como regalo un pesebre
El agente de tránsito de Medellín Luis González, quien es pesebrista profesional y alterna su trabajo con este talento, fabricó durante casi tres meses un pesebre para el papa Francisco (ver foto), con la esperanza de entregárselo personalmente en su visita a Medellín.
Antes del inicio de la misa campal en el Aeropuerto Olaya Herrera, a Luis se le concedió el deseo. “Al apreciar el pesebre el papa me dijo: “Artista que hermosura me has hecho, te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Eres un genio”, aseguró González.
El pesebre que elaboró de manera especial para el papa, tiene figuras a escala de 13cm, entre ellas la del mismo Santo Padre que saluda desde un balcón.