Desde la Junta de Acción Comunal son varios los cuestionamientos a este proyecto, que se gestó en 2009 y todavía no se ha entregado.
Aunque se gestó en el año 2009 bajo la Administración de Alonso Salazar, el proyecto Centro Integral de Servicios de Atención para la Mujer y la Familia, que se dio a conocer inicialmente como Clínica de la Mujer, no se ha entregado aún, por lo que desde la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Sevilla, donde se encuentra localizado, se han emitido críticas y voces de inconformidad en repetidas ocasiones.
Además de las demoras para la terminación y entrega, que mantienen a la espera a la comunidad, los cuestionamientos abarcan los diseños, que de acuerdo con Jhon Jairo Morales, presidente de la JAC, prometían un edificio de ocho pisos, que después se planteó como una estructura de cinco, y terminó siendo “reducido a dos sótanos, que es el área que se aprobó finalmente y que es el área construida y finalizada a hoy”.
Otro de los temas que levantó ampollas en esta organización tiene que ver con las “ocho adiciones presupuestales, que sumadas, superan el valor inicial en un 102% aproximadamente. Es decir, la obra cuesta el doble de lo que se había presupuestado”, aseguró el líder.
A esto se suman las filtraciones de agua en el nivel de los parqueaderos y la apariencia irregular de los muros que allí se encuentran, según denunció Morales.
La espera continúa
Gracias a las socializaciones con la comunidad “ya sabemos que tenemos que esperar unos meses más para que contraten el mero amoblamiento de la Clínica” porque “le preguntamos a la secretaria de Salud acerca de los plazos y ella dijo: no puedo comprometerme con plazos porque tenemos los recursos listos pero no hemos contratado quién la va a amoblar”, narró el presidente de la JAC.
Añadió que la comunidad quiso conocer por parte de la funcionaria “qué especialidades va a tener la Clínica” pero aseguró que la secretaria insistió en que no se encuentran definidas aún.
“Esperamos más de cinco años para pensar qué va a funcionar en un edificio”, opinó el líder comunitario.
La secretaria “asumió un compromiso público con la ciudad mediante entrevista televisiva en varios medios diciendo que la obra se iba a entregar en funcionamiento en el mes de agosto del año pasado. Efectivamente pasó agosto y todo el fin de año y no se entregó la obra”, recalcó Morales.
Las adiciones
Sergio Cuervo, subgerente de Ejecución de Proyectos de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) especificó que “inicialmente se tenía establecido dentro del contrato la construcción del equipamiento y posteriormente, las situaciones que se fueron generando por el proceso constructivo, ocasionaron que se tuvieran que generar unas actividades y unas obras extras”.
“El año pasado también incluimos todo lo que tenía que ver con el espacio público, que no estaba inmerso dentro del desarrollo inicial del equipamiento pero que era necesario incorporar”, añadió.
“Y obviamente se presentaron dificultades dentro del desarrollo del contrato que hicieron que tuviéramos que adicionar también el tiempo de ejecución”.
De esta manera, argumentó, todas las adiciones “tienen sus justificaciones. Unas porque tuvieron que ser de orden técnico para subsanar dificultades durante el proceso constructivo; otras porque fueron asociadas a la construcción del espacio público, que es un elemento exterior al equipamiento”, recalcó.
“El proyecto como tal siempre ha sufrido de ciertas dificultades pero que una vez surtidas lo más importante es que el edificio ya hoy lo tenemos terminado. Está en un proceso de recibo por parte del contratista”, dijo Cuervo.
Respecto a los costos, el funcionario aseveró que en la primera fase, de estructura y fundaciones, la inversión fue de 11.806 millones de pesos.
Para el segundo contrato, que incluía estructura, acabados y urbanismo, el presupuesto ascendió a los 9.387 millones, de los que se destinaron para urbanismo 1.823 y espacio público, dijo.
En cuanto al cronograma, Cuervo expresó que en la primera fase se tardaron 514 días, que originalmente debieron ser 360, lo que representa 154 días más.
Para el contrato de estructura se llevaron 601 días.
Acerca de las filtraciones de agua en el parqueadero, el funcionario afirmó que al tema se le ha dado el tratamiento adecuado; sobre el aspecto irregular de los muros aseveró que este se debe al proceso de construcción y que no hay ninguna falla estructural ni riesgo para la edificación.
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