La carretera es un logro de civilización

Autor: Darío Ruiz Gómez
18 junio de 2018 - 12:09 AM

Una carretera no sólo reduce distancias sino que nos enfrenta a las preguntas que aparecen al encuentro de una diversidad social que nos era desconocida

Comunicados de prensa, noticias ambiguas, declaraciones escuetas de escuetos funcionarios: lógicamente todas estas piruetas tienen una sola finalidad, negarnos la verdad de los hechos sobre un grave percance que los habitantes de una región han comenzado a vivir. La realidad, diría Baudrillard, es tratada de anular hasta de los mismos imaginarios de las gentes con fines eminentemente políticos para que la opinión pública carezca de los elementos de juicio indispensables a la hora de señalar responsabilidades. ¿En qué lugar del mapa queda situado finalmente Ituango? Cobro conciencia del problema cuando propongo hacer un viaje por carretera hasta Tolú para revivir recuerdos ya que esta carretera ha sido el escenario de mi vida y de la de millones de antioqueños desde hace sesenta años pero me indican que no ha pasado el peligro de que se rompa la presa y se desaten sus aguas cubriendo a cerca de 150.000 personas con sus viviendas, sus negocios y la carretera a la Costa ha sido cerrada e incluso ya se habla por parte de las autoridades de construir una nueva carretera. Y esto se dice sin medir lo que sentimentalmente significaría borrar lo que suponen miles de imágenes atesoradas a lo largo de los años como un patrimonio personal y colectivo tan intangible como la sombra que los muertos arrojan sobre los aleros de las modestas casas a lo largo de los distintos tramos entre el vaho poderoso del agua que por todas partes nos rodea. Imágenes de adioses en silencio, imágenes de encuentros inesperados con familiares que un día debieron abandonar su hogar huyendo de la pobreza y la violencia para buscar nuevas fronteras y recordarnos que la patria no es un territorio acotado por los intereses políticos sino el encuentro con lo que nos acoge y que finalmente se convierte en un crisol de experiencias comunes. ¿No fueron los chilapos cordobeses los primeros colonos del territorio de Urabá? Bajar de las tierras dominadas sempiternamente por la neblina, por el barbecho y la intolerancia para buscar después de Puerto Valdivia las sabanas luminosas de Córdoba y Sucre, el mar sublime o sea la libertad, un hábitat espiritual.

Lea también: Paso habilitado para vehículos livianos en troncal a la Costa Atlántica

Traspasar esa frontera nos ayudó a dejar atrás las lacras de un dañino regionalismo pues también la Costa invadió nuestra endogamia con sus gestualidades, con su música y hoy hace parte decisiva de lo que somos y anhelamos ser. Una carretera no sólo reduce distancias sino que nos enfrenta a las preguntas que aparecen al encuentro de una diversidad social que nos era desconocida; pero ¿Quién traza el programa de carreteras, los contratistas o la lógica de los habitantes de las regiones que desean salir del aislamiento y hacer reconocer su territorio? Veintiséis billones de dólares recuerda Mumford se despilfarraron en Estados Unidos en programas mal concebidos de carreteras, destrucción del medio ambiente. ¿Cuántos miles y miles de millones despilfarraron los contratistas corruptos en el proyecto de nuestras grandes vías nacionales en el gobierno de Santos? Recuperar el país consiste en replantear el concepto de Obras Públicas fuente de corrupción en manos de la burocracia. El gobierno necesita a partir de esta nueva Presidencia hacer un close up sobre cualquier lugar de nuestro territorio para descubrir lo que significan el esfuerzo y la creatividad de ese ciudadano desconocido a partir del cual debe nacer hoy la Colombia real.

Lea también: Destruyendo una región

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

El asalto a la razon
Columnistas

El asalto a la razon

¿Tenemos que referirnos a una ineficiencia fríamente calculada para no terminar nunca una obra – o un contrato- y hablar de un cartel que se lucra de los derrumbes?

Lo más leído

1
Editorial /

Dos verdades sobre la vacuna contra el VPH

No se han aclarado aún las razones por las cuales la vacuna segura en el mundo se convirtió en factor de...
2
Justicia /

A la cárcel exgerente de Empresas Públicas de Armenia

El próximo 22 de octubre sabrá la pena que tendrá que pagar.
3
Salud /

La legalidad facilita el consumo de popper

Si una persona inhala popper y la consume en su diario vivir, podría convertirse en una sustancia...
4
Gente /

El éxito de convocar

No todo el mundo tiene suerte en un tema de las comunicaciones que no es nada fácil de manejar: convocar....
5
Literatura /

¿Qué es un clásico de la literatura?

Para muchos teóricos, la noción podría ampliarse, siempre y cuando se respeten ciertos lineamientos.