La semana pasada en Medellín, el tema de la calidad del aire obtuvo el protagonismo en el debate público, debido a que como hecho inédito, el Área Metropolitana decretó alerta de categoría naranja durante tres días consecutivos. Esto generó alerta y preocupación en la academia, los activistas y la ciudadanía en general.

El pasado 12 de marzo, mientras persistía la alerta naranja para el Valle de Aburrá por calidad del aire, la Alcaldía de Medellín inauguró la ciclovía en parte de la vía Las Palmas. Este hecho generó controversia y críticas para las autoridades, mientras la oficialidad aseguró que no estamos en una contingencia ambiental sino que la alerta naranja se usa para concientizar a la población.

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, autoridad regional ambiental en cabeza de Eugenio Prieto, explicó que “la alerta naranja es una alerta preventiva, en donde concientizamos a las personas  de que se puede dar una alerta de contigencia. Estamos estableciendo que este es un momento de prevención”.

Además de esto, agregó que el “estado del aire se ha mantenido en la categoría de limpio. Queremos darle tranquilidad a la ciudadanía, la autoridad ambiental está trabajando con rigor técnico”.
Sin embargo, los grupos ambientalistas no están de acuerdo con, según ellos, la tranquilidad a la que han invitado todos los entes oficiales.

“El aire en este momento en Medellín es dañino y tóxico. No solo para la población vulnerable como ellos les llaman, sino para toda la población. No son correctos los parámetros de la alerta naranja porque realmente los afectados por la calidad del aire en este momento somos todos; sin distinción”, afirmó Hugo Alejandro Echeverri, miembro del grupo ciudadano Defensores de Parques Urbanos.

A la par, Carlos Cadena, Coordinador del grupo La Ciudad Verde, aseguró que le parece “infortunado lo de las autoridades, que se concentren tanto en tratar de minimizar el problema. Como sociedad debemos reconocerlo y tratarlo de enfrentar.  Salta a la luz lo poco que ha hecho la Alcaldía de Medellín, no conocemos aún una sola medida concreta. Me parece extraño que se intente culpar tanto al Gobierno Nacional, ya que no hemos cumplido nuestra parte. Debíamos impulsar el uso del transporte público para evitar escenarios como esto y se evidencia que no se logró”. Agregó que se necesita un transporte mucho más limpio e impulsar y mejorar más el  sistema de transporte público.

Con respecto al asunto de parque automotor, la preocupación es compartida por todos los sectores. El director del Área Metropolitana señaló que “hoy tenemos 1’350.000 vehículos, pero al 2030 habrá un aumento superior al doble, es decir, vamos a tener cerca de 3’000.000 de carros y se aumentará en 2.5 kilometros el recorrido en el en el Valle de Aburrá. Por eso tenemos que sentarnos a evaluar estrategias de movilidad eléctrica, de híbridos, de cambio en el transporte de carga. Todo esto debe ser una prioridad, teniendo en cuenta que el 80% de la contaminación está hecha por fuentes móviles”.

Esto es apoyado por el concejal Daniel Carvalho, quien aseguró que “las declaraciones de las autoridades no han sido optimistas sino conscientes y sin llegar al alarmismo. Estamos en un episodio crítico, pero estoy contento de que por fin en la ciudad se esté hablando del tema. Esto no es nuevo, la calidad del aire viene degradándose desde hace años, pero no se le había prestado la debida atención”.

“Siento que las medidas a mediano y largo plazo son buenas, sobre todo lo referido al tema de transporte público, sin embargo, con esto no basta. En el corto y mediano plazo se requieren más medidas. Por ejemplo, definir zonas de baja contaminación y pienso en el Centro de Medellín. La ciudad debe hacer un trabajo importante para bajar la contaminación de este lugar estratégico para el desarrollo”, agregó el corporado.

Frente a esto, Cadena afirmó que una de las cosas que podría lograr la conciencia sobre el problema por parte de la Administración, es el que todos los miembros de todo el gabinete de la Administración deben dejar de usar sus vehículos 4x4 y tener sus viajes en bicicletas”.

Por su parte, Echeverri sostuvo que “se deben controlar las fuentes móviles, los carros grandes y pesados; buses, busetas, camiones, volquetas, tractomulas y carros de varios ejes. Esto representa el 10% de todos los vehículos que circulan y  solo estos causan el 90% de la contaminación de Medellín. También se debe trabajar con las fuentes fijas, como las industrias que trabajan con chimeneas y calderas; estas generan mucha polución y toneladas de material particulado.

En este asunto Oliverio Enrique García Basurto, Presidente de Andemos, afirmó que “una particularidad del parque automotor Colombiano es la avanzada edad que registra la población vehicular; 1,8 de los 5,3 millones de 4 ruedas, registra más de veinte años de edad, y en el caso de los segmentos de buses, camiones y volquetas, el 20% de la población vehicular supera los cuarenta años. Esta alarmante situación deteriora la calidad del aire en los centros urbanos y elevan los índices de accidentes de tránsito y fatalidades en nuestras carreteras”.

Óscar Hoyos, Secretario de Medio Ambiente de Medellín, apuntó que la estrategia del municipio se dirigió al trabajo conjunto con EPM para poner en circulación bicicletas, motos y 200 taxis y buses eléctricos para la ciudad. También comentó que las medidas de largo plazo deben ser igual de importantes, elementos como ciclovías, buses, caminabilidad de la ciudad, la educación para desinsentivar el uso del carro y otras medidas son indispensables dentro de un plan integral.

“En el Área Metropolitana incrementamos en un 50% el control de emisiones móviles, con nueve vehículos más en todo el territorio. En Medellín ya se empezaron a inmovilizar vehículos que no cumplen con las condiciones ambientales para transitar. Lamentablemente, de los vehículos que evaluamos, devolvemos el 46% de los certificados que les han expedido; por lo cual invitamos a la ciudadanía a que no pague por los certificados cuando su vehículo no está en condiciones”, señaló Prieto.

En cuanto a las fuente móviles, el director del Amva señaló que “venimos haciendo acuerdos empresariales con las organizaciones de buses, para que se modernicen y migren a combustibles más limpios. Eso lo hablamos con Ecopetrol; nos quedamos en Euro 4, cuando queremos llegar a Euro 5 y Euro 6 . No obstante, con el combustible que recibimos no es posible”.

Cuando se analiza la importancia del trabajo para mejorar la condición ambiental, existió un consenso frente al beneficio que traería esto a las vidas de los medellinenses. Según el estudio de Elkin Martínez López, de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, las cifras de la OMS apuntan que una de cada ocho personas que muere, lo hace por causa de la contaminación del aire; mientras que en Medellín se determina que uno de cada 5 fallecidos es a causa de la contaminación del aire.

Este análisis agregó que “las tasas de mortalidad superan ampliamente los niveles endémicos referenciales, lo cual señala que se trata de una epidemia lenta de efectos letales, que evoluciona con el nivel creciente de acumulación de tóxicos en el aire producido principalmente por los vehículos automotores y la industria. El control a esta situación de salud pública debe ser inmediata antes de que haya una pérdida mayor de vidas”.

“El alto nivel de urbanismo (98%), la proliferación de vehículos automotores (más de 1’200.000), la creciente densidad poblacional (20.845 hab/km2), la combustión imperfecta de derivados del petróleo en buses, busetas, camiones, volquetas, automóviles y motocicletas que circulan por la ciudad y la concurrencia de fuentes contaminantes industriales en el estrecho valle de Medellín, hacen prever que ciertos efectos nocivos sobre la salud se deben estar presentando en la población”, sentenció el estudio de Martínez López, que apunta que mientras en 1980 morían unas 200 personas anualmente por enfermedades respiratorias crónicas, para el año 2012 este valor se quintuplicó con cifras cercanas a 1.000.

Sobre el fallecimiento por cáncer de pulmón, el estudio aseguró que mientras para 1980 morían unas 175 personas anualmente, en el 2012 este valor se triplicó con cifras cercanas a 500.
Para Hugo Echeverri, cada persona necesita tres árboles para obtener un nivel aceptable de respiración pero todos los espacios para sembrar árboles están copados y no hay más lugares porque lo verde lo convirtieron en cemento.  

“El Secretario de Medio Ambiente dijo que había sembrado 150.000 árboles, no tuve la oportunidad de preguntarle dónde. Se están sembrando en el alto de San Miguel que es una reserva natural, muy bien. Pero quitan árboles en Medellín y se siembran en Caldas, y eso no ayuda a la población afectada por la tala del árbol”, agregó.

La solución para Defensores de Parques Urbanos es que el municipio compre lotes para sembrar los árboles. Ellos proponen que pueden ser casas viejas, abandonadas o incautadas a las bandas criminales; “la realidad es que no hay donde sembrar árboles en Medellín y mucho menos en las zonas de influencia de la construcción”.   

Algunos grupos ambientalistas y los sectores oficiales coinciden en seguir recomendado el uso de la bicicleta, con algunas prevenciones, pese a la calidad actual del aire. Cadena admite que son concientes de que es contraproducente desplazarse en bicicleta dada las condiciones de la ciudad, “infortunadamente somos casi que filtros humanos en esta sociedad, pero vamos a seguir pedaleando  y  debemos comprar máscara de doble filtro”.

“Si dejáramos la bicicleta, nos convertiríamos en contaminadores adicionales y queremos ayudar a la superación de esta contingencia para que no nos sigan matando. Por eso invitamos al uso de la bicicleta con máscara y filtros”, argumentó el representante de La Ciudad Verde.

Por su parte, Echeverri dice que “está mal que digan que usen la bicicleta cuando la atmosfera está contaminada y hay un ambiente tóxico. No puede permitirse que la situación se ponga peor.Medellín en este momento debe controlar la contaminación, no estamos para invitar a movilizarse y exponer los pulmones montando en estos vehículos de tracción humana”.

¿Qué acciones tomará Amva frente a la calidad del aire?

Dentro de las medidas anunciadas por el Área Metropolitana se destaca un estudio epidemiológico; medidas de calidad del aire para todos los territorios; pedir fondos para chatarrización, reposición e ir a vehículos de emisión cero; seguir trabajando con Ecopetrol  para que mejore la calidad del combustible; trabajar en la mesa interinstitucional en la construcción del instrumento técnico para que el sistema tenga mejor medición; campañas de comunicación pública transversales, que permitan llegar a toda la población y que deje en ellos todas las claridades; mejorar las estrategias que apuntan al transporte de carga, transporte público, modos de movilidad no motorizados,  acordar con el Anla la declaratoria de áreas protegidas, entre otras propuestas.