El Foro Económico Mundial arrancará mañana y a reunirá a más de 40 jefes de Estado.
Líderes y ejecutivos buscarán a partir de mañana durante cuatro días vías para disipar la incertidumbre que siente parte de la sociedad por la globalización y por la aparente incapacidad de la política y de la economía para dar respuestas a unos miedos que son aprovechados por los populistas.
El Foro Económico Mundial, que arranca este martes en la estación alpina de Davos, reunirá a unos 40 jefes de Estado y de Gobierno entre una cifra récord de 3.000 participantes de los ámbitos de la política, la cultura, la economía y la sociedad civil, a fin de analizar el liderazgo responsable y receptivo en el contexto actual.
Desde que se celebrara la última vez el Foro de Davos hace un año el mundo ha cambiado y además tendrá lugar entre la salida del actual inquilino de la Casa Blanca y la entrada del nuevo el próximo día 20.
La economía global está mejor en la mayoría de los países, el temor a la desaceleración de China ha disminuido, los mercados ya no sufren la volatilidad conocida en anteriores años y el precio del crudo se ha estabilizado.
Eso sí, las protestas el año pasado en las calles europeas contra acuerdos comerciales de calado reflejan el descontento de la sociedad con la globalización y sus consecuencias.
Sin embargo, la mayor parte de las expresiones de rechazo y de las incertidumbres parecen venir actualmente de la política.
Los británicos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), Donald Trump ganó las elecciones en EE. UU., generando entre la elite de Davos grandes dudas sobre la dirección que encaminará la futura administración en materia económica, comercial, de política exterior y de cambio climático.
La primera ministra británica, Theresa May, podrá explicar por primera vez a la selecta audiencia de Davos sus planes de cara a las negociaciones del "brexit" (salida del Reino Unido del bloque comunitario) con la UE.
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