Con el gesto de la más alta cortesía y de sincera amistad, Jaime nos entrega su admirable libro nacido de una rigurosa investigación: “José María Córdova: Paso de vencedores”.

Como el historiador Jaime tiene una gran cultura humanística y una perspicaz visión de los hechos históricos, oírlo hablar con toda la fuerza de la pasión, con el convencimiento de que los hechos ocurrieron tal como él los narra porque está anclado sobre la roca de lo indiscutible que son los documentos, cartas y demás textos sobre Córdova,  que él  ha  investigado con ahínco, con devoción,  y los ha asimilado con respeto para  amparar la verdad de los hechos relatados sin leguajes  sesgados, sin alteraciones, sin connotaciones emocionales y lo mejor, sin esas miopías personales que rastrean solamente los mínimos detalles de la sangre heredada, legítimamente o no, de penalidades sufridas, de bolsillos llenos de monedas, o vacíos, de  imposibilidades de ir a una escuela, con todo lo cual se han escrito en Colombia monótonos textos, que no enaltecen al personaje biografiado, sino que le diezman su gloria y lo ponen en condiciones de lucha solamente con la vida; un caso: Marco Fidel Suárez, de quien se han descuidado sus monumentales obras, como “Los sueños de Luciano Pulgar”.

El historiador-maestro, Jaime Arismedy Díaz, escribe su libro “José María Córdova: paso de vencedores” lejos de credos ideológicos, para poder rendir un respetuoso y digno culto al hombre que dio ejemplo de arrojo con su inmortal frase: “¡paso de vencedores!”. Este libro guarda para la memoria de las generaciones venideras los valores del personaje, lo aguerrido de sus acciones, la nobleza y fidelidad a sus jefes, su férrea voluntad de no rendirse, ni siquiera frente a la muerte.

Es admirable el estudio serio, ordenado, bien sustentado y convincente que el historiador, poeta y músico, Jaime Arismendy, hijo ilustre del municipio de Concepción, Antioquia, ha escrito sobre el hombre más valiente, más arrojado, más noble, que tuvo un decisivo papel en la independencia de Antioquia con la Batalla de “Chorros Blancos”.

Este ejemplar que me entrega el amigo  Arismendy es ya la tercera edición. La carátula es la copia de una exquisita pintura del antioqueño Francisco Antonio Cano: “Batalla de Boyacá”. Posee variadas ilustraciones de diferentes artistas como: Jorge Pabón, John Jairo Osorio, Carlos Alberto Puerta Barrientos; fotografías  de Melitón  Rodríguez; algunas otras de Movifoto-Archivo.

Y se abre el libro con la reproducción del bronce monumental del General José María Córdova, obra del escultor francés Jules Dechin, fundida en París y que el municipio de Concepción reverencia con celoso amor en su plaza principal. La nota con la cual se entrega esta valiosa obra de arte dice: “La república del Ecuador, a la verdadera cuna de Córdova”. Eloy Alfaro, presidente.  

En el texto de presentación de la obra, el eminente historiador, crítico y escritor, miembro de las Academias de Historia y de la Lengua, doctor Antonio Cachua Prada, dice:

“El conocimiento de la sugestiva  y atrayente figura del héroe de Boyacá, Chorros Blancos, Pichincha, Junín y Ayacucho, ha sido una de mis lecturas preferidas y por eso con devota dedicación me adentré en la obra de Jaime Arismendy Díaz […]”.

Y destaca de Jaime, como atributos de escritor e historiador: “la concatenación metodológica y pedagógica de la investigación y la elaboración del relato; la revisión y la puntualización de varios aspectos biográficos; la selectiva iconografía y fotografías del prócer…. “

De los valores culturales, humanos y patrióticos del historiador, músico y poeta,  dan testimonio su  estilo  lingüístico, su convincente capacidad narrativa y su apasionada devoción por la verdad.

Como educador, Jaime Arismendy conceptúa:

 “Sigamos adelante con fe en la vida y admiración por nuestro héroe, forjando sentimientos patrióticos, capaces de plasmar en las nuevas y futuras generaciones, valores de auténtica civilidad y patriotismo, con miras a la renovación y conservación de los principios constitucionales, emanados del pueblo como constituyente soberano, y a la defensa de la libertad y la democracia, motivos fundamentales que lanzaron a Córdova a ofrendar su vida, como ejemplo de honor y dignidad de quien amó a su patria hasta el martirio”.