Gracias alcalde

Autor: Rodrigo Pareja
10 abril de 2018 - 12:07 AM

Esa gran obra suya, que merecerá no solo la de esta nota sino la de millones de agradecidos ciudadanos, es la formación, difícil y lenta pero gratificante al final, del hombre nuevo de Medellín

Es deber insoslayable del periodista, en su condición de relator del acontecer diario del entorno en que se desenvuelve, entregar a sus oyentes, lectores o televidentes, en la forma más veraz y entendible, lo negativo o lo positivo que vaya ocurriendo.
No siempre es así, sobre todo en lo que tiene que ver con las dos últimas cualidades: casi siempre se le da preponderancia y primera página o principal titular a lo que implique drama, tragedia, violencia o escándalo, y si este es de carácter sexual, mucho mejor todavía.
Lo anterior vale para señalar que infinidad de acciones o noticias positivas producidas en Medellín, no tienen la misma resonancia y cubrimiento que los grandes medios nacionales le dedican, por ejemplo, a todo cuanto implique lo señalado en el anterior párrafo.
Antes de continuar con esta nota, que muchos podrían considerar un panegírico, el autor debe precisar que, como tantos periodistas de la ciudad, tiene un espacio informativo en el cual pautan la Alcaldía de Medellín o algunas de sus dependencias, circunstancia que, empero, no ha sido óbice para divulgar en varias oportunidades críticas o cuestionamientos.
Una cosa es que algunos periodistas entiendan la publicidad que se les otorga como la compra o venta de su conciencia, y otra muy distinta cuando en aras del profesionalismo que los debe distinguir, no tienen en cuenta esa circunstancia y obran con ética y responsabilidad frente a los destinatarios de su mensaje.
Mucho prefacio para justificar las dos palabras del título y reiterarlas enseguida: Gracias alcalde, porque así cesara hoy en sus funciones y llegara mañana miércoles otra administración, el nombre de Federico Gutiérrez entraría por derecho propio y en letras de oro, a la galería de los más destacados gobernantes de la ciudad de Medellín.
Ha comenzado a edificar usted una obra de mayor envergadura que el Metro y sus descendientes metrocables; más importante que la necesaria pero a veces molesta renovación urbana; mejor todavía que todo el conjunto material que implica modernización y avances en muchos campos, así como embellecimiento y ornato de la ciudad.
No podía imaginar usted en sus trasnochos y madrugones obligados por la apremiante carrera de ingeniero, que quizá su mejor obra – aunque inmaterial – iba a ser esta en la que viene empeñado, y de la cual, al contrario de las que comprometen acero, hierro y  cemento, sí se van a lucrar los millones de paisanos suyos, sin excepción.
Esa gran obra suya, que merecerá no solo la de esta nota sino la de millones de agradecidos ciudadanos, es la formación, difícil y lenta pero gratificante al final, del hombre nuevo de Medellín, que se enorgullezca de ser y haga enorgullecer a sus pares, que sea ejemplo y guía de su generación y de las posteriores.
La urbanidad, el civismo, la solidaridad, la educación, el buen comportamiento, el otorgar sin esperar recibir, el darse sin condiciones al otro, todo eso está siendo posible y lo será aún más en el futuro, gracias a su ejemplo, a su persistencia y si se quiere, a su terquedad por hacer de Medellín una ciudad más humana.
Un medellinense honrado, responsable, apegado a las reglas y cumplidor de ellas, amante empedernido de su ciudad y de todo lo que ella le brinda, celoso vigilante de sus bienes, respetuoso de todo y de todos y dispuesto siempre a servir incondicionalmente, es una obra fabulosa. Inmaterial sí, pero de eterna rentabilidad para una ciudad que la merece y necesita. Gracias alcalde.    
 
TWITERCITO: Obras de esta envergadura no están al alcance ni las pueden ejecutar las corruptas constructoras internacionales.

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Comentarios:

ricardo
ricardo
2018-04-10 15:31:33
Señor alcalde un puestecito para este lambón

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