La ensambladora de mayor tradición y antigüedad de Venezuela anunció este jueves el cese inmediato de actividades en el vecino país tras un embargo ilegal de su planta.
La compañía ensambladora, General Motors Venezolana (GMV), la cual fue fundada en 1948, cesó este jueves oficialmente sus actividades en el vecino país por el embargo judicial ilegal, tal y como lo aseguró la empresa.
“El día de ayer, la planta de la empresa fue sorpresivamente tomada por las autoridades públicas, quienes asumieron el control de la misma, impidiendo el desarrollo de las actividades. Adicionalmente, otros activos de la empresa, como vehículos, fueron sustraídos ilegalmente de sus instalaciones”, puntualizó la compañía.
GMV indicó tras la situación que procederá a liquidar en su totalidad a los trabajadores, tal y como está estipulado en la regulación venezolana.
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Para la ensambladora “el embargo fue dictado en total desconocimiento al derecho a la defensa y al debido proceso, causando un daño irreparable a la compañía, a sus 2.678 trabajadores, a sus 79 concesionarios que representan la red de servicio más grande del país con más de 3.900 trabajadores y, a sus proveedores que representan más del 55% de la industria de autopartes en Venezuela”.
Finalizó apuntando: “GMV rechaza contundentemente esta arbitraria medida, y ejercerá vigorosamente todas las acciones legales dentro y fuera de Venezuela en contra de la misma. La Compañía confía en que en el tiempo prevalecerá la justicia y regresará para continuar liderando el mercado venezolano”.
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