Con seguridad para el presbítero Julio Jairo Ceballos, la venida del Santo Padre será un anticipado regalo de cumpleaños. En septiembre llegará su Santidad a Colombia, y en septiembre cumple este hombre nacido en Amalfi (Antioquia), quien desde pequeño sabía y quería ser sacerdote. Hoy día como rector en esta, su universidad, la UPB, cumple 31 años. Aquí comenzó como capellán.
No está en ninguna de las comisiones de la organización de tan importante evento de bienvenida de su Santidad, pero este sería el segundo papa que ve en vivo y en directo, el primero fue Juan Pablo II. Él asistirá al acto programado para los miles de religiosos que vendrán de todo el país, a las 4:00 p.m. del día sábado 9 de septiembre en la Plaza La Macarena. Aquí podrán asistir los religiosos convocados con uno de sus padres (mamá o papá) pero él asistirá solo, ya sus padres viven en el cielo. Será un acto muy puntual en el que le darán un saludo un sacerdote y una religiosa y luego Francisco dará un mensaje a todos los religiosos presentes. Nadie hablará con él, nadie le hará preguntas. El mensaje es dirigido al tema vocacional y de servicio. Todos ingresarán con una boleta a los actos. Cada religioso buscará su alojamiento y lo que se sabe es que ya Medellín está full. 
El papa almorzará muy en privado en el Seminario con máximo diez personas. Él siempre hace una siesta y luego irá a Hogares San José, y de ahí, a las 4:00 p.m. para La Macarena. 
“Todos los días dormirá en Bogotá. Yo lo he visto en audiencias”, dijo.
Este solo acto lo describe con sencillez Julio Jairo Ceballos, quien también en un mes de septiembre fue ordenado presbítero. Una sola pregunta  y como si viviera con él en el Vaticano. Respuesta que lo hace sentir a uno cercano a ese hombre llamado Francisco.

¿Cuál es el mensaje que trae el papa Francisco?
El lema es “Demos el primer paso”. El mensaje es sembrar un futuro que nos permita perdonar para volvernos a encontrar y así reconciliarnos. Él tiene una imagen impactante, es simpático, saluda con amabilidad a todo el mundo que tiene cerca. Es un gran improvisador, le pasan el texto y solo hace unos apuntes antes y luego sigue con sus palabras. Es un hombre coloquial, hace preguntas al público, sus temas preferidos son la pobreza, la indigencia, la drogadicción, la libertad, la corrupción, la justicia. Nunca cambió su manera de ser, habla por signos. Mire ejemplos: cuando llegó al Vaticano no quiso utilizar la limosina, siguió en carro sencillo; cuando entró a la Sala de Las Lágrimas, en donde están las sotanas con las que le tocaba vestirse y el solideo blanco, al ver los zapatos rojos dijo: “me quedo con mis zapatos”. Luego le tocaba sentarse en un estrado especial para recibir el saludo de todos los cardenales y el no aceptó, dijo: “estoy al mismo nivel de mis hermanos”. La Misa de la Cena del Jueves Santo siempre la ha celebrado en cárceles, orfanatos y ancianatos, y a ellos les lava los pies y por primera vez puso en el Lavatorio de Pies a mujeres. Cuando lo nombraron dijo: ‘me han nombrado obispo de Roma’ y antes cuando le preguntaron si aceptaba dijo: “soy un pecador pero confío en la misericordia de Dios y en esa misericordia de Dios sí acepto”. Otro de sus signos fue en el Año de la Misericordia cuando escogió los viernes de la misericordia y de sorpresa se iba a orfanatos o a alguna casa como acto de misericordia. Cuando hizo el viaje a Chipre al regreso se trajo una familia de refugiados a Roma. Otro detalle, es que él no usa pantalón blanco como todos los papas, usa su pantalón negro común y corriente. Èl tiene un zapato ortopédico. Ha dado una imagen de servicio distinta como Pastor de la Iglesia. Esto ha servido mucho como fortalecimiento espiritual a la Iglesia y a los jóvenes. Y ya dijo: ‘Yo en algún momento puedo renunciar. Él conmueve.

¿Cómo ve al ser humano de hoy?
El ser humano de hoy tiene las mismas necesidades de siempre, lo que cambia es la percepción de la realidad, de los intereses. Hoy todos tienen el mundo en sus manos y la Iglesia como tal, también las utiliza para su evolución, el conocimiento es lo que cambia, vienen las ambiciones. Por ejemplo: ¿cuál es el imaginario proyecto de vida de un joven de hoy? Es graduarse, conseguir un buen trabajo, conseguirse una novia, vivir con ella, no pensar en hijos, no pensar en matrimonio ni civil ni religioso, no durar mucho en un trabajo, no tienen fronteras. Desde que están en la universidad quieren saber en donde más se pueden ir a estudiar. Hoy el muchacho de posgrado ya tiene maestría adelantada y uno y dos años más y sale de doctorado. La tecnología y facilidades de comunicación al día. Las carreras más apetecidas en la UPB son medicina, arquitectura, ingenierías especializadas y el campo de la filosofía y estudios literarios aquí es muy exitoso. A los Seminarios llega un promedio de 50 jóvenes al año. Pero el joven de hoy en día tiene una particularidad, no saben lo que quieren… en el primer o segundo semestre dicen me equivoqué de carrera. Estamos en una cultura en la que todo es pasajero, ante el primer problema del matrimonio dicen nos separamos. En materia de diversidad ya eso no es cuestionable. Al papa le preguntaron por el tema gay y dijo: “Yo no soy quien para juzgar, hay que orientarlos a una vida sana, honesta, prudente”.

¿Hoy hay más o menos fe?
La fe se acaba cuando el último ser humano que exista en el mundo deje de creer.

¿Qué significan estos 80 años de la UPB?
Servicio de calidad de una institución católica para toda la comunidad, una tradición permanente en  los valores humanos y cristianos, una búsqueda de la verdad y una atención en los elementos fundamentales como son la docencia, la investigación, la innovación, la condición social.

El padre Julio Jairo Ceballos Sepúlveda

Nació en el municipio de Amalfi, Antioquia. Realizó estudios secundarios en el Seminario Menor, ordenado presbítero en septiembre de 1977. En la UPB obtuvo sus títulos como bachiller canónico en filosofía y teología, en 1984 hizo sus estudios en teología para el matrimonio y la familia en el Pontificio Instituto Juan Pablo II, en Roma. Es especialista en ética y magister y licenciado canónico en filosofía.