En el 2014 fue declarado el desfile de silleteros como patrimonio cultural inmaterial de la nación y se encuentra a la espera de ser declarado patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco. La ciudad de Medellín está preparada para recibirlos a todos. Son casi dos eventos por hora los que se tendrán entre el 3 y 11 de agosto, donde las flores son las grandes protagonistas. Más de 400 eventos y más de 25 mil turistas registrados en el sistema hotelero hasta el día de hoy (sin contar los que se animan a venir a última hora) hacen que sea una de las fiestas más importantes de América Latina. Solamente para el desfile de silleteros se tiene dispuesta una logística para atender un millón de personas. En 1957 se empieza a resaltar esta tradición que recrea una práctica adoptada por los campesinos de Antioquia: se hacían armazones de madera para transportar a los enfermos y, en ocasiones, a los niños y ancianos hacia las ciudades, sobre todo en los días de mercado. Esas mismas estructuras se usaron para llevar las flores a Medellín, se venían caminando desde Santa Elena y vendían las flores en la Plaza de Flores en el centro de la ciudad. Es tal vez el más importante referente positivo de Medellín en el exterior y, de paso, del país. Además, estos silleteros, las personas que le dan color a esta fiesta, han sido invitados a diferentes desfiles en España, Estados Unidos, Francia, Puerto Rico, Perú, Panamá, entre otros, a participar con una pequeña muestra, transmitiendo nuestras tradiciones típicas, empíricas y vivas al mundo entero. Pero no es la única Feria de las Flores que se celebra. México, Brasil, España, Holanda y muchos países más tienen un espacio dedicado a rendirle culto a las flores. En el barrio San Ángel, al sur de la ciudad de México, está la más antigua del continente: los orígenes de esta fiesta son desde la época prehispánica y se hace para rendir culto al dios Xiuhtecuhtli -el señor de las flores- y que los frailes carmelitas adaptaron para celebrar la fiesta de la Virgen del Carmen. Desde 1857, cien años antes que la nuestra, el gobierno local aprobó su realización y, desde entonces, no se ha interrumpido. En Genzano, está la fiesta más antigua del mundo. Es una ciudad del área metropolitana de Roma, que desde 1778 celebra este festival de las flores, donde elaboran un tapete de flores a lo largo de toda la calle Belardo. También en Holambra, “la capital nacional de las flores”, una ciudad del área metropolitana de San Pablo, en Brasil, se realizará a finales de agosto la fiesta de las flores, que cuenta con una de las exposiciónes de flores más grandes que hay en el planeta. En Córdoba, España, cada mayo se le da la bienvenida a la primavera con el Festival de las Flores. Desde 1933 se hace esta celebración, que tiene un concurso muy particular para encontrar el patio más bonito de la ciudad donde la característica central son las flores. El desfile de flores más grande del mundo se realiza en Holanda, en la ciudad de Zundert. Con dificultad llega a 20 mil el número de habitantes de esta ciudad, que se multiplica en cada una de sus ediciones, la “Bloemencorso Zundert” se hace desde 1936; es una especie de carnaval donde ruedan figuras gigantes recubiertas de flores puestas en carrozas por todas partes. En fin, en Singapur, Malasya, India, Reino Unido, Kenia, Madagascar, entre otros muchos países las flores son objeto de un sinnúmero de manifestaciones culturales y artísticas de las que Medellín es un referente muy importante, por lo que significa ser uno de los mayores países exportadores de flores, por el número de personas que asisten a esta feria y por la disposición de la ciudad y sus habitantes para este gran evento. Es un ejemplo de #CiudadaníaAntesQueCiudad para el mundo y un orgullo para todos los colombianos.

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