Aunque el dinero plástico resulta ser más seguro que el efectivo, el riesgo persiste si no tiene cuidado con el manejo de tarjetas, cuentas y contraseñas.
Aunque la mayoría de entidades financieras pone a disposición de sus usuarios los protocolos de seguridad para las transacciones on line, cada vez crece más la incertidumbre de los ataques cibernéticos a cuentas bancarias, no sólo de grandes empresas, sino también las de personas naturales.
Igualmente, cada vez se hace evidente que asegurar el 100% de la integridad de un producto financiero es imposible, pese a las pólizas o las precauciones que se pueden tener, sin embargo prever los riesgos a los que puede estar expuesto el dinero virtual es un primer paso para aplicar hábitos saludables de seguridad financiera. Así lo explicó Édgar David Tauta, líder de prácticas de continuidad de negocio y riesgo cibernético de Marsh para América Latina y el Caribe, quien resaltó que para efectos prácticos resulta más importante que las personas vigilen sus datos que su dinero. “El riesgo cibernético es una de las grandes preocupaciones del sector económico mundial, es un tema que incluso se trató en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Pero esto no sólo opera a gran escala, hoy en día es popular entre los criminales la modalidad de atracar dispositivos portables: el celular, la tablet, el reloj inteligente, etc., estos dispositivos son buscados más que por su valor, por la información financiera que almacenan”, explicó Tauta, al afirmar que estos ataques también pueden ser ejecutados sin tener ningún tipo de contacto con la víctima.
“Las personas ‘dan papaya’ en redes sociales, al publicar fotos de su estado socioeconómico, y otros datos como lugar de residencia, y consumos; y con estos datos los delincuentes pueden ir recaudando insumos para perpetrar un ataque financiero”, señaló el experto.
Para evitar este tipo de ataques, que es cada vez más frecuente en personas del común, se recomienda además utilizar todas las opciones de seguridad que ofrecen los dispositivos, como la sincronización de cuentas, el sensor de huella y el código de patrón; también activar otras opciones que ofrecen los bancos en sus servicios, como alertas de mensajes de texto con los movimientos de la cuenta, tokens, dobles contraseñas y hasta restricción de montos de retiros son algunos de los recursos para reforzar la seguridad.
Desde otro punto de vista Alberto Redondo, director de marketing de la compañía Seres para Iberia y Latam, apunta a que es precisamente en la web en donde estarán las herramientas para combatir la inseguridad cibernética: “La seguridad no sólo se resume a los delitos electrónicos, también tener transacciones probadas es un tema fundamental para evitar fraudes, y en este sentido medios como la facturación electrónica es un ejemplo de las ventajas actuales en materia de seguridad que traería para el usuario la era digital”, concluyó Redondo.
Recomendaciones
Además de los hábitos mencionados, trate igualmente de tener precaución con los sitios web en los que realiza compras con sus tarjetas. Prefiera siempre plataformas conocidas o, por lo menos, recomendadas por amigos o familiares que hayan hecho transacciones por ellas. Tenga en cuenta que aunque la transacción se haga efectiva algunos sitios podrían engañarlo para instalar spyware en sus dispositivos, los cuales pueden permanecer inactivos por largos periodos de tiempo.
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