El “umami” de la patria está feo

Autor: Lázaro Tobón Vallejo
18 mayo de 2017 - 12:08 AM

Los aconteceres de nuestra patria hacen que este país no tenga un sabor equilibrado

Nos enseñaron desde pequeños que en las papilas gustativas se podían detectar los cuatro sabores de los alimentos: salados, dulces, amargos o ácidos, pero resulta, que el científico japonés Kikunae Ikeda, en los albores del siglo anterior, descubrió que el glutamato monosódico, el cual es un aminoácido que se encuentra presente en las proteínas producía una sensación en el paladar que no se enmarcada entre los cuatro sabores, bautizándolo como “umami”, sabroso en japonés.

Andoni Luis Aduriz, chef del restaurante Mugartiz y poseedor de dos estrellas Michelin, explica el umami: "Es como si los colores no tuviesen nombre y alguien te pidiera que describieras el amarillo. Digamos que el umami es sabroso sin ser salado, tiene una capacidad de llenar toda la boca y el paladar, perdura, retiene el gusto". (Diario El País de España, 2010). En 2001, según el mismo diario, en la Universidad de California, sus investigadores determinaron que, en ese órgano muscular movible, denominado lengua, se encuentran receptores que permiten detectar el umami; en “cristiano” es esa sabrosura de la comida equilibrada que deja una explosión de sabor en la boca inigualable que motiva a seguir degustando del plato y porque no de una ñapita, en contravía del refrán popular que el que no quiere caldo se le dan dos tazas. Cuando ese umami es perfecto, uno quiere las dos tazas.

Dejando a un lado lo gastronómico, los aconteceres de nuestra patria hacen que este país no tenga un sabor equilibrado, que impregne el gusto haciendo esa explosión en el paladar, que diga uno, este país es una sabrosura.

Desde el gobierno se pretende equilibrar los ingredientes para que la receta del buen gobierno no se sale, ni se amargue, ni se acidifique, ni tampoco que quede saturado de dulce, pero, es tal la desencuadernada del país, que hasta en el Ministerio del Trabajo, sus colaboradores están en paro.

El gremio de los taxistas, tiene razón cuando marchan en contra de Uber y no es que esté en contra de estos últimos, desde esta columna dije bienvenido Uber, frente a los abusos de algunos taxistas, pero, la cartera del ramo, pareciese que estuviese en un largo parto, dilatando y dilatando el nacimiento del acto administrativo que establezca unas claras reglas de juego y de competencia legal.

Ni que decir de la protesta de los maestros, desde hace más de una década ellos se han quejado de la mala calidad de su operadora de servicios de salud, la Fundación Médico Preventiva, entre otras demandas que ellos hacen en protección del desarrollo de los educandos y de sí mismos.

El Chocó, por el olvido histórico del poder central capitalino, que los ha marginado del desarrollo teniendo todo el potencial para ser un departamento élite del país. Igual que Buenaventura, este puerto vallecaucano, que tiene la pobreza deambulado por las calles y a su vez, como dice ahí una publicidad, con billete, pero no cabe la menor duda que la corrupción en estas dos zonas, son factores determinantes del atraso en el que viven.

A los trabajadores del Estado, no se les ha incrementado el salario este año, a ellos generalmente, el aumento del sueldo no se lo hacen a principios de año, pero sí entre marzo y abril, pero ya va la mitad de mayo y el ministro Cárdenas pasando de agache con la obligación, o será que va hacer la misma de su jefe el Presidente, cuando ocupó esa cartera en el gobierno de Pastrana, hijo, cuando aumentó salario a este sector menos del 1%.

Con justa razón, escucha uno en la calle a muchos colombianos honestos y trabajadores, que es preferible ser guerrillero que honesto, porque a ellos les pagan mejor.

Por algo la desazón en el gusto del paladar colombiano con la actual administración. Se descompuso el umami colombiano y va camino a producir esa descomposición una diarrea tal, que la sociedad colombiana terminará como escatófaga.

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