Tras el rezo del Ángelus, Francisco oró por la población de Mindanao (Filipinas) y pidió que "Dios acoja las almas de los difuntos y dé bienestar a todos los que sufren".
El papa pidió este domingo paz para todo el mundo, en especial para aquellas pueblos que sufren conflictos, y que sean liberadas los religiosos y fieles secuestrados, en su mensaje tras el rezo del Ángelus desde el palacio pontificio en plaza de San Pedro.
Francisco recordó que este domingo, día de la Navidad, los católicos celebran el nacimiento del "Príncipe de la paz" e invocó "el don de la paz para todo el mundo".
El pontífice renovó su llamamiento para que en ocasión de la Navidad, "las personas secuestradas, sacerdotes, religiosos y religiosas y fieles laicos, puedan ser liberados y volver a sus casas".
También instó a los fieles a que, en estas horas que preceden la Navidad, se detengan en silencio en oración delante del Nacimiento para "adorar en el corazón del misterio la verdadera Navidad, la de Jesús que se acerca a nosotros con amor, humildad y ternura".
"Acordaros también de rezar por mi", pidió asimismo Francisco.