Las fórmulas, los teoremas, los principios, los corolarios, las leyes, aún los dogmas, establecen las reglas de juego para cada disciplina
Todos los imperios de los cuales tenemos noticias, han hecho esfuerzos por unificar, homogenizar y estandarizar, los usos y las costumbres de los pueblos conquistados, de modo que su proceso de expansión geográfica en términos territoriales, resultara más o menos armónico y su posterior control, un poco menos dificultoso. Aparece como excepción a la regla, como en cualquier actividad humana, el fenómeno de Alejandro Magno, quien respetaba las tradiciones de los conquistados a cambio de su lealtad.
No lo podemos dar por obvio, pero el primer esfuerzo concreto de homogenización lo da la aparición del lenguaje en sus formas escritas y orales, alrededor de los cuales se consolidan las posteriores reglas gramaticales y fonéticas.
Fenómeno semejante ha sucedido con el manejo del tiempo y el reloj, el solfeo y el pentagrama, lo cual ha permitido reproducir en distintos tiempos y en diferentes territorios, las obras musicales que encierran su particular melodía. En el día a día, aparece el oro como metal precioso valorado por todos. Las fórmulas, los teoremas, los principios, los corolarios, las leyes, aún los dogmas, establecen las reglas de juego para cada disciplina. La aparición de las equivalencias da soporte al trueque y al nacimiento de las distintas monedas. Las unidades de cualquier tipo de medida permiten el establecimiento de valores únicos y equiparables. El intento de construir un lenguaje universal, el Esperanto, fue, hasta ahora, un esfuerzo fallido, al cual le aparecen alternativas como el Inglés y el Spanglish como semi dialecto, y el Windows en términos de lenguaje de interacción común entre el hombre y los dispositivos portátiles.
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La tabla periódica de los elementos en la química, el sistema arábigo de numeración, el sistema métrico decimal, el sistema binario, entre otros, son la base de nuestro control a las transacciones realizadas y el cálculo menor y mayor.
La rigurosidad de la investigación hoy está respaldada por métodos y patrones clara y previamente definidos, así como existen reglas, procedimientos, requerimientos y exigencias epistemológicas para darle orden a la creación de conocimiento y fortalecimiento de la ciencia.
¿Es esta realidad la correcta y el mejor camino para muchos de nuestros quehaceres e intercambios de datos e información? Como todo lo humano, alguien responderá que sí, algún otro responderá que no.
La creatividad, la repentización, la sensibilidad y la fortaleza de cada individuo no debe ser constreñido por la forma. Lo que es claro es que el trabajo entre varios, entre grupos de personas o en equipos de trabajo para sacar adelante proyectos y obras de cierta magnitud, requiere el logro de la sinergia y para esto se necesita alguna previa noción de orden.
Recordemos que es la entropía la ley fundamental del universo. Todo tiende al caos. El esfuerzo que hacemos por evitar caer en el caos trae consigo el uso de nociones como las que hemos mencionado anteriormente.
La sola definición del tamaño de las tarjetas plásticas que hoy se asocian a las llaves de antaño, requiere un descomunal esfuerzo, como lo fue en su momento la aceptación de los estándares internacionales para los contenedores que permiten movilizar la carga optimizando el uso del espacio de los medios de transporte y de almacenamiento ya sea en barcos o en bodegas.
Todo a nuestro alrededor se ha parametrizado: líneas y números telefónicos, colores en los semáforos, nomenclaturas en las calles, tesauros en las bibliotecas, señales de tránsito, tallas para el vestuario, datos personales, entre otros miles de situaciones.
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Pasando a otro asunto, finalmente no sabe uno que pensar ante el fenómeno de la extradición: Extraditar a Norteamérica al fiscal anticorrupción es dar tranquilidad a los corruptos del cartel de la toga. Sin su testimonio, este es otro caso que quedará sin resolver, es decir, en plena impunidad ante los ojos de todos.
Igual sucedió con los jefes paramilitares a quienes se les juzgó en Estados Unidos por crímenes diferentes a las masacres cometidas y ya están de regreso.
Punto de reflexión para saber qué hacer ahora que ya fuimos admitidos a la Ocde, lo cual obliga a sacar adelante, por fin, algunas de las grandes reformas pendientes, entre las cuales está, obviamente, el tema de la Justicia.
Insistimos en la necesidad de dotar a Medellín de un adecuado Centro de Espectáculos.