Hay municipios del Occidente de Antioquia más próximos a Medellín que algunos del Área Metropolitana. Pese a la cercanía, culturalmente sus habitantes son completamente distintos, es un contraste entre el mundo rural y el urbano
El Valle de Aburrá se ha convertido en uno de los grandes conglomerados urbanos de Latinoamérica con un área metropolitana próxima a los cuatro millones de habitantes. Pero a escasos kilómetros de la urbe, en el Occidente de Antioquia, aún hay municipios que conservan todas las características culturales del campo.
Con 12.501 habitantes y a 44 kilómetros de Medellín, Ebéjico es un claro ejemplo de este fenómeno. Jorge Iván Vásquez, alcalde de este municipio, explicó que “lindamos con Medellín en la vereda La Sucia, entre otros puntos. Prácticamente nos separa una montaña: Boquerón, San Cristóbal, Belén, Belencito. Hoy estamos a una hora en carro”.
Es un municipio de población mayoritariamente rural, principalmente dedicado a la agricultura, con 33 veredas y cinco corregimientos.
“Todavía tenemos una idiosincrasia de pueblo, nosotros somos una comunidad que no es muy flotante, como Ebéjico no es muy turístico, todos nos conocemos en el territorio. Con Medellín tenemos diferencias en lo social, lo económico, lo cultural, a pesar de que estamos muy cerca”, apuntó el mandatario.
El alcalde señaló que pese a las diferencias, ellos no se sienten aislados, y consideran que sus relaciones con Medellín son buenas. A los habitantes de Ebéjico les interesa conservar su cultura campesina y no dejarse permear por las dinámicas citadinas.
Los límites del Occidente con la capital
Medellín limita con tres municipios del Occidente antioqueño: Ebéjico, San Jerónimo y Heliconia. A los dos primeros se llega por la vía al Occidente y Urabá. Al tercero se llega por Caldas, la salida hacia el Suroeste.
De estos tres municipios el que más relación tiene con Medellín es precisamente el que está más alejado: San Jerónimo, por ser más turístico. Los otros dos son poco conocidos y aún conservan una cultura y una economía fundamentalmente rural, aunque sólo una montaña los separa de la capital del departamento.
El caso de Heliconia es similar al de Ebéjico, aunque para llegar a este pueblo hay que salir por el Suroeste, en lugar de la vía al Occidente. Son dos horas en carro. Es otro municipio esencialmente campesino, las principales actividades económicas son la agricultura, la minería y la ganadería.
La mayor conexión de este municipio campesino con el área metropolitana ha sido, por muchos años, el relleno sanitario El Guacal.
El cierre de El Guacal
Entre 2006 y 2015 el relleno sanitario recibió residuos. En 2006 el relleno inició operación en el vaso norte, que en nueve años cumplió su vida útil, tras recibir dos millones de toneladas de residuos sólidos. Luego inició una pugna entre los que buscaban su reactivación y los que se oponían a ella.
El cese de operaciones obligó a que los 23 municipios que depositaban sus residuos allí tuvieran que usar el relleno sanitario La Pradera, operado por Emvarias, empresa filial de EPM.
El 21 de junio de 2018 el Consejo de Estado emitió un fallo en el que se declaró la nulidad de la licencia ambiental otorgada al proyecto por Corantioquia, la Resolución 7529 de 2005.
El fallo revocó la concesión de aguas, vertimiento industrial y doméstico, además de la transformación de residuos orgánicos y reciclables en los procesos de compostaje y manejo de celdas de seguridad.
La reactivación del relleno sanitario de El Guacal es cada vez más improbable, por lo que esta conexión económica entre Heliconia y el Área Metropolitana desaparecería completamente.
Aunque los vínculos entre los municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y los del Occidente sean pocos, siguen estando muy cerca, separados escasamente por una montaña.
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