El Eln inició este lunes en Quito el tercer ciclo de diálogos con el Gobierno, en el que esperan avanzar en el cese al fuego y de hostilidades, según anunció el equipo de paz del presidente Santos.
La Defensoría del Pueblo reportó este lunes un ambiente de “relativa normalidad” en una zona del noreste del país fronteriza con Venezuela afectada en días pasados por combates entre la fuerza pública y la guerrilla del Eln, que causaron el desplazamiento de unas 60 familias.
“Al día de hoy se tiene relativa normalidad en la vida de las veredas y de la población”, explicó la delegada de la Defensoría para los Derechos de la Población Desplazada, Ingrid Rusinque, en declaraciones difundidas por esa entidad.
El pasado domingo, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha) informó en un comunicado que al menos 60 familias integradas por unas 240 personas abandonaron tres caseríos en el noreste del país por temor a los combates entre el Ejército y un “grupo armado no estatal sin identificar”.
Estas personas debieron salir de los caseríos Buena Suerte, La Laguna y Bélgica, en el municipio de Hacarí, departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, “para proteger sus vidas”, detalló el organismo en un comunicado, según el cual “la mayoría de familias ha retornado, salvo nueve”.
Rusinque señaló que recibieron informes de que a raíz de los combates, ocurridos el pasado 18 de julio, hubo un desplazamiento de lugareños.
“El reporte que nosotros tenemos por parte del personero distrital y del equipo en terreno que ha estado acompañando a estas familias es que quedan siete familias, cuyas viviendas fueron afectadas por los combates” y permanecen en el caso urbano de Hacarí, afirmó.
La funcionaria explicó que el "resto de población ha venido retornando”.
“La Defensoría del Pueblo regional y sus equipos en terreno estuvieron desde el primer momento en que conocieron de los hechos acompañando a las familias. Esto de alguna manera funciona como un efecto de protección y las familias empezaron a retornar una vez cesaron los enfrentamientos”, añadió.
Hacarí forma parte de la selvática región del Catatumbo, donde operan la guerrilla del Eln y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), conocidos como “los pelusos”, así como bandas criminales dedicadas al narcotráfico.