Cuando se carece un mínimo de formación que incluya ideas, principios, programas y planes, es muy necesaria y eficiente la propaganda, para engatusar a la comunidad
Normalmente, el final del año se caracteriza porque se realizan balances de las gestiones realizadas y se presentan nuevos planes y propósitos para el futuro. En el País, es especialmente importante el desarrollo de estas actividades, en vista de que el año próximo se tienen las elecciones.
En vista de que se ha presentado un verdadero diluvio de precandidatos para la Primera Magistratura, lo que hace pensar que aparentemente la comunidad resolvió que después de Santos, cualquiera. ¡El que entendió, entendió!
Es entonces necesario efectuar el análisis de las gestiones de muchos personajes. Seguidamente se presentan unos pocos comentarios de personajes escogidos al azar.
A nivel ministerial, es especialmente preocupante la gestión de la mayoría de ellos. Se destaca la del repitente ministro de Transporte, cuando, al referirse a sus anuncios triunfales sobre la terminación próxima del Túnel de la Línea, tuvo que rectificar con la siguiente declaración: “Me equivoqué al decir que en 15 días iniciaba, no tenía la información de las unidades funcionales que les faltan las consultas previas”. Con ministros así…..
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Respecto a las Fuerzas Armadas, es importante recordar que en esta columna se ha sostenido la posición de que el “ejército ha sido traicionado”, que eufemísticamente han llamado “cambio de doctrina”, para atender la cuestión del “acuerdo” con las Farc. Al respecto, el hoy flamante comandante de las fuerzas armadas, el general Mejía, manifestó en su momento: “El acuerdo nos cobija, nos protege y nos permite mantenernos fuertes al servicio de todos los colombianos en el futuro, por lo tanto tiene todo el respaldo de la institución militar y del ejército”, Esta declaración fue luego de que al conocerse el “NO” del plebiscito, afirmó que “no existía el Acuerdo”.
Utilizando el lenguaje hípico, el candidato Fajardo “ha picado en punta” en las encuestas. Esta circunstancia se debe, principalmente, a que su campaña por la presidencia empezó desde su paso por la Alcaldía de Medellín. Como su trayectoria se desarrolló en Antioquia, iniciando como Alcalde de la ciudad de Medellín, y luego ejerciendo la gobernación del departamento, merece un análisis muy especial
Durante su desempeño como gobernador, se cuestionó mucho la calidad de las obras. Respecto a los Parques Educativos, algunos diputados manifestaron su temor porque: “no se hagan las obras con la calidad debida o peor aunque queden muchas obras inconclusas”. Todo porque: “hay miedo de que se sacrifiquen especificaciones técnicas y se modifiquen las estructuras para disminuir los tiempos”. Deben recordarse otros hechos como su declaración respecto a la tragedia de Salgar al decir: “No teníamos ni la más mínima capacidad para preverla”. “¡Ya voy Toño!”.
En cuanto a su paso por la Alcaldía, el análisis debe comenzar por el “asunto Orbitel”, pasando por las pirámides de la Avenida Oriental, el Parque biblioteca España y la decisión de no utilizar energía eléctrica para los vehículos de Metroplús.
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El candidato Fajardo, hay que reconocerlo, tuvo mucho éxito con uno de sus lemas de propaganda como fue: “en Antioquia no se pierde un peso”. Acertó, porque sus administraciones demostraron que no se perdían los dineros, porque en lugar de perderse, se transformaban en pautas publicitarias en organismos de circulación nacional ubicados en la capital. Desgraciadamente en otro de sus lemas como el de “Antioquia la más educada”, no tuvo el éxito buscado.
Una conclusión obvia es que cuando se carece un mínimo de formación que incluya ideas, principios, programas y planes, es muy necesaria y eficiente la propaganda, para engatusar a la comunidad. A nivel nacional la propaganda del gobierno ha tenido mucho éxito (incluyendo el premio Nóbel y los títulos “Honoris Causa”) a nivel internacional, más no a nivel nacional, donde se conoce detalladamente el resultado de la gestión, como se demuestra con las encuestas. Algo similar (¿Será que el parecido no es coincidencia?) ocurrió con el despliegue de la propaganda de Fajardo, con mucho éxito fuera de Antioquia, pero no hay que olvidar que: “Los hechos son tozudos”.
En cuanto a los nuevos propósitos, que van desde la intención de rebajar del exceso de peso, adquirido en las fiestas decembrinas a los verdaderos planes de desarrollo futuro, no hay que olvidar que: “De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno”.
De nuevo, debo expresar mis agradecimientos a las directivas de EL MUNDO, por permitirme ponerme en contacto con mis amables lectores a los largo del año que termina.
Para todos, mis mejores deseos por una muy FELIZ NAVIDAD y que el AÑO NUEVO SEA PLENO EN BUENAS REALIZACIONES.