Me llama la atención por el consejo que el Dr. Mejía da al Consejo Superior para que replantee la manera en que se eligen los decanos en la Universidad de Antioquia
Ricardo Mejía Cano, columnista de El Colombiano, escribió una columna titulada Un consejo para un Consejo; el propósito de su columna era respaldar la reelección del actual rector de la Universidad de Antioquia, sustentado en la posición actual que tiene la UdeA en el ranking Quacquarelli Symonds y en el impulso que a su criterio el rector le ha dado al Cuee (Comité universidad empresa estado). Me llama la atención la columna, no tanto por lo que el Dr. Mejía considera los logros del actual rector, que en realidad no son logros del actual rector, en la medida que la Universidad de Antioquia se ha logrado posicionar en el contexto nacional e internacional y pionera en iniciativas como el Cuee desde hace varias décadas; me llama la atención por el consejo que el Dr. Mejía da al Consejo Superior para que replantee la manera en que se eligen los decanos en la Universidad de Antioquia.
A criterio del columnista algo está funcionando mal en la UdeA y es que los decanos no son verdaderos subalternos del rector; la razón es que los decanos los nombra el Consejo Superior sin ni siquiera consultar al rector. Según el Dr. Mejía: “Este sistema atenta contra todas las normas de buen gobierno: los principales subalternos del rector con frecuencia se convierten en sus contradictores. El rector debe mostrar resultados, pero no puede formar su equipo”.
No sorprende que una persona que se ha destacado como directivo, asesor y consultor de organizaciones empresariales y comerciales considere que una Universidad debe replicar las prácticas de gobiernos corporativos de las empresas privadas; según el columnista el éxito de la gestión del rector está en gran medida en que pueda nombrar su propio equipo lo que pasa por escoger a quienes serán los decanos.
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Como he podido comentar en columnas anteriores los modelos de gobierno de las universidades públicas, si bien están reglados por la Ley 30 de 1992, tienen especificidades que son adoptadas por cada universidad; la mayoría de las universidades públicas siguen el modelo corporativo que sugiere el Dr. Mejía, en este caso se puede decir que la Universidad de Antioquia ha optado por un modelo corporativo en el qué los decanos no son subalternos del rector.
Cómo explicar que la UdeA sea la segunda universidad pública más importante de Colombia y de manera reiterada señalada en los diferentes rankings como la segunda o tercera mejor de Colombia con un modelo corporativo que a criterio del Dr. Mejía la ubica como una institución no moderna. En mi modesta opinión la clave está precisamente en el modelo corporativo que ubica a los decanos con responsabilidades y autoridad para conducir sus respectivas facultades, imponiéndoles metas para posicionar sus dependencias con lo más altos estándares académicos y científicos en sus áreas de conocimiento y al mismo tiempo obligándolos a gestionar recursos financieros con el sector externo (público y privado), sin los cuales la Universidad en su conjunto no podría ser viable en el plano presupuestal.
Lamento mucho que el actual rector, que en el pasado ocupó en dos períodos consecutivos la decanatura de la Facultad de Ciencias Económicas, no valore este modelo corporativo y transmita a personas influyentes como el Dr. Mejía, que su gestión se ha visto disminuida por no poder nombrar a los decanos y en consecuencia no poder conformar “su equipo directivo”.
Por experiencia propia he podido apreciar que los decanos de la Universidad de Antioquia tienen un alto sentido de la responsabilidad y tienen la capacidad de sumarse al liderazgo que desde la rectoría se ejerza, independiente del profesor que ostente este cargo de manera transitoria.
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(*) Profesor Universidad de Antioquia
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