Monterrey contó los 90 minutos con Stefan Medina, Avilés Hurtado y Dorlan Pabón. En Tigres jugó todo el partido Francisco Meza, mientras que Larry Vásquez no estuvo entre los convocados.
El chileno Eduardo Vargas y el defensor colombiano Francisco Meza anotaron los goles con los cuales Tigres remontó este domingo una desventaja de un gol para ganar como visitante por 1-2 el partido de vuelta de la final (2-3 en el global) y proclamarse campeón del Apertura 2017 del fútbol mexicano.
Es el sexto título de liga para los felinos y también el sexto en su carrera para su técnico, el brasileño Ricardo Ferretti, además fue el tercer campeonato en años consecutivos para el equipo tras el Apertura 2015 y el Apertura 2016.
El colombiano Dorlan Pabón puso en ventaja al Monterrey recién iniciado el partido, pero Eduardo Vargas al 31 y Francisco Meza al 35 remontaron por Tigres, para firmar el triunfo.
Apenas se estaban acomodando los equipos cuando el Monterrey sorprendió a los Tigres y tomó ventaja. César Montes, del local, mandó un balón afuera del área, el argentino Rogelio Funes Mori lo bajó con el pecho y lo dejó para Pabón, quien remató con la pierna derecha para mandar el balón pegado al poste izquierdo y vencer al guardameta de Tigres, Nahuel Guzmán.
A pesar de lo temprano y sorpresivo del golpe, Tigres no se desesperó e intentó establecer su juego hasta nivelar las acciones en la cancha, lo que al final consiguió minutos más tarde.
Vargas se apuntó el 1-1 con un remate cruzado. El momento era de Tigres, que con seguridad pisó nuevamente el área local y consiguió un tiro de esquina, perfectamente lanzado para Meza, quien remató con la cabeza.
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En el segundo tiempo, Monterrey abrió las acciones con disparos de Pabón y de su compatriota Avilés Hurtado y de los argentinos Neri Cardozo y Funes Mori, ambos cerca de los ángulos de la portería de Tigres.
En la última jugada, Cardozo, pateó de forma artera al mexicano Javier Aquino, de Tigres, por lo que fue expulsado y Rayados puso así el punto final a una dolorosa y terrible derrota tras haber sido, por lejos, el mejor equipo del torneo.