Días oscuros están viviendo los habitantes de la Comuna Trece de Medellín, según testimonios entregados por ellos mismos, varios de sus vecinos han tomado la decisión de salir huyendo por temor a la situación de seguridad y orden público en esta zona de la capital antioqueña.

Cruces armados, extorsionesy fronteras invisibles son las causas del pánico, en especial en los barrios Juan XXIII y La Quiebra, en donde líderes comunitarios reportan que el éxodo de la población ha sido más alto y se viene presentando desde hace 20 días aproximadamente.

Los mismos relatos revelan que las casas abandonadas por sus habitantes se han convertido en fortines para las estructuras delincuenciales y debido a esto, los legítimos propietarios terminan por perder sus inmuebles.

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Sumado al miedo de los lugareños, actualmente se vive un paro busero decretado por los ataques perpetrados en contra de los transportadores públicos, quienes ya cuentan con dos bajas en su gremio en las últimas semanas. El primero de ellos fue asesinado en el barrio la Floresta mientras prestaba sus servicios para la ruta 311 Calasanz-Boston, de la empresa Coonatra.

El otro conductor fue ultimado este miércoles en horas de la tarde y trabajaba para la ruta 222 de San Javier, adscrita a Conducciones América, compañía que por seguridad decidió cesar actividades indefinidamente.

Otra queja emitida por los habitantes de la Comuna Trece tiene que ver con la inasistencia escolar, la comunidad educativa ha reportado esta problemática debido al riesgo que corren los estudiantes al momento de cruzar de un área a otra. Algunos recintos educativos han optado por la flexibilidad curricular y dictar clases no presenciales.

Qué dice la Alcaldía

“Generar miedo se convirtió en un modus operandi de las estructuras criminales, como se les viene dando golpes, generan estas acciones en contra de las rutas de buses localizadas en las zonas en donde quieren infundir temor”, afirmó el alcalde Federico Gutiérrez, refiriéndose a los homicidios propinados a los transportadores.

El alto funcionario nuevamente señaló a la banda la agonía como la responsable de la reciente ola de violencia hacia los conductores. 

“Yo mismo seguiré acompañando a la comunidad, rechazo una vez más esta violencia y la pérdida de otra vida y acompaño a los conductores de bus, que son gente trabajadora, gente buena y gente humilde que día a día hacen su trabajo por el bienestar de ellos, de sus familias y de toda una comunidad”, exclamó.

También aseguró que solicitó más contundencia en los operativos de las autoridades.