Hasta el primero de febrero tienen plazo los comerciantes y quienes apliquen el IVA para colocar el ajuste del impuesto a sus productos.
Con la aprobación y promulgación antes de fin de año de la Reforma Tributaria, y después de pasadas las fiestas decembrinas, llegó la hora de detallar en qué aspectos del presupuesto del día a día impactarán los cambios impositivos, cuyas consecuencias más relevantes para la ciudadanía son el incremento del IVA del 16% al 19% en los productos que antes lo pagaban y, para quienes usan vehículo, el aumento del precio del combustible.
Es así que los alimentos en general no pagarán el impuesto, a menos que se compren presentaciones modificadas o procesados como enlatados, arroces saborizados, productos de panadería, entre otros. Lo mismo ocurre con las medicinas, los servicios como electricidad y agua, de salud, de laboratorio, educativos, libros y lápices.
También se “salvaron” las computadoras cuyo valor no pase de 50 UVT ($1’593.000) y las tabletas y celulares que no pasen de 22 UVT ($700.920).
Pero sí se verán afectados aquellos productos que siempre lo han pagado: la ropa, el calzado, los electrodomésticos para el hogar y los artículos de limpieza entre otros, pagarán el 19%.
El servicio de expendio de comidas y bebidas preparadas en restaurantes, cafeterías, autoservicios, heladerías, fruterías, pastelerías y panaderías tendrán el impuesto al consumo (impoconsumo) de 8%. Así como los vehículos de ciertas características (ver cuadro).
El nuevo esquema tributario también estableció un aumento en la cajetilla de cigarrillos de $700 pesos en el 2017 y otros $700 en el 2018. Con una tarifa preferencial de 5% se gravarán vehículos y bicicletas eléctricas y la primera venta de vivienda que supere las 26.800 UVT ($853,8 millones) excepto VIS y VIP. De igual manera pasaron a esta tasa las toallas sanitarias y tampones femeninos.