La Alcaldía de Envigado se ha congratulado con los logros de 2017 en su esfuerzo por la defensa de la vida y la garantía de los derechos humanos, fuente de seguridad, en el municipio. Sustenta su contento en haber logrado alcanzar 50 días sucesivos sin que se presenten muertes violentas y en que los 8 homicidios acaecidos este año implican una reducción de 34,8% en los asesinatos presentados entre enero y el 29 de septiembre de 2016 y 2017, respectivamente. Por su desempeño, la tasa de homicidios en Envigado ha llegado a 3,41 por cada 100.000 habitantes, cuando al inicio del gobierno se encontraba en 5,39.

Los resultados alentadores de Envigado toman mayor sentido frente a la situación de otras ciudades del valle de Aburrá o ante el total general de la Nación. En lo corrido de este año, Medellín ha sufrido 402 homicidios, con aumento de 3,1% frente a los ocurridos a la misma fecha de 2016. Los asesinatos perpetrados este año ponen a la ciudad con una tasa de 21,58 muertes violentas por 100.000 habitantes, todavía más baja que la tasa nacional, que es 25,2 por 100.000 habitantes.

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El avance de Envigado, equiparable al que ha tenido Girardota, a pesar de desgracias recientes como el condenado asesinato de la niña Luciana Cardona por sus padres, responde a la determinación de poner la defensa y cuidado de la vida y los derechos humanos, junto a la gobernanza, en el centro del plan de desarrollo. La Alcaldía de Envigado ha fijado como gran proyecto el de “Vivir mejor” y como primer objetivo de su plan de desarrollo el de construir gobernabilidad haciendo de Envigado un territorio de paz, cultura ciudadana y seguridad, con acceso a la justicia. Para tal propósito ha destinado $66.302 millones a ejecutar en el cuatrienio y, han señalado las autoridades, se dedican campañas de educación y prevención, se han fortalecido los cuadrantes como mecanismos transparentes de cooperación ciudadana a las autoridades, además de desarrollarse actividades coordinadas de presencia y control de las autoridades de policía. Son esfuerzos sistemáticos y contundentes que siguen demostrando eficacia en el principal propósito de la seguridad, el cuidado de la vida.

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Este paso delante de Envigado da aire al valle de Aburrá, región que hoy se enfrenta al aumento de las muertes violentas, como la que siguen preocupando en Medellín; al crecimiento de agresiones mortales de las familias contra los niños más pequeños, y a la ofensiva ilegalidad en la gestión de la seguridad, como la que causó la acusación a Gustavo Villegas, exsecretario de Seguridad de Medellín.