La esperada encerrona del torero francés Sebastián Castella, como colofón de la vigésimo sexta Feria de La Macarena, no colmó plenamente las expectativas de los aficionados, pues aunque el diestro cortó dos orejas y fue sacado a hombros de la plaza, en seis faenas no logró cuajar el triunfo soñado por el diestro y anhelado por los aficionados, quienes de todos modos le expresaron reiteradamente su aprecio a un matador que ha demostrado de sobra que lleva a Medellín en su corazón.

Vestido de celeste y oro, Castella arrancó un sonoro aplauso nada más pisar el ruedo. Tres cuartos del aforo se colmaron para ver la gesta, histórica por el hecho de que nunca antes un torero extranjero había protagonizado una encerrona en La Macarena. En los corrales, toros de tres hierros triunfadores, entre los cuáles, con un solo ejemplar, ante la devolución del segundo de lidia ordinaria, Achury Viejo se llevó las palmas por el ejemplar lidiado en el cuarto turno. Los dos de Santa Bárbara dieron juago desigual, siendo aplaudido el primero y silenciado el segundo, mientras que los tres de Gutiérrez, el sobrero lidiado en segundo turno, el tercero y el sexto, presentaron serias dificultades, al punto que fueron pitados dos de ellos y el otro silenciado.

La tarde despegó para Castella en el cuarto turno. Aunque el sorteo había señalado que  debía saltar al ruedo un toro de Santa Bárbara, un error entre el personal de corrales lanzó al ruedo al toro de Achury Viejo, cuya extraordinaria presentación despertó aplausos en el tendido. Pero no era solo un toro bonito. También embestía con nobleza, humillando y sin perder de vista las telas, lo que Castella aprovechó para citar de largo con la muleta y embarcarlo en ligadas series. En los medios, Castella tuvo momentos de duda, en los que el animal lució superior e, incluso, lo desarmó. El público pidió un indulto que no llegó y, tras una estocada de efecto tardío y el clamor del público por la vuelta al toro, el Palco terminó por ser salomónico y dar una oreja al torero y el premio al ganadero.

El segundo trofeo le llegó a Castella en el quinto turno, en el que sí salió el ejemplar de Santa Bárbara, que protagonizó la mejor pelea en varas de la feria. Clovis Velásquez se lució con una corta pero certera pica que le valió el aplauso del respetable. El toro mostró casta por la forma como acometía. La fijeza fue característica superlativa en este ejemplar, al que Castella instrumentó una variada labor en los medios, que terminó con una certera estocada. La oreja, esta vez, fue ganada a ley.

Con el sexto, y animado a sumar más trofeos, Castella se empleó a fondo. El ejemplar, grande y difícil, se dejó ver en capa, pero en la muleta empezó a cortar la embestida, lo que permitió al francés arrimarse, como sabe, para intentar arrancar muletazos. La estocada hizo doblar al ejemplar y cuando el diestro se preparaba para cobrar su premio, el puntillero hizo poner de pie al astado, que allí quedó, por eternos minutos, luchando por no caer, al punto que sonó un aviso y la fiesta quedó aguada.

La primera mitad del festejo también tuvo cosas interesantes. Sobre todo la primera faena, a un toro de Santa Bárbara. Aseada labor, toreando en los medios con temple y ligazón. El toro, con poca fuerza, se fue quedando pronto, pero la excelente colocación del torero le permitió confeccionar una faena importante que, sin embargo, pasó desapercibida para el público. Leves palmas tras una estocada de lento efecto.

Al sobrero de Gutiérrez, también flojo de remos y que, aun así llevó dos veces al caballo, le instrumentó vistosos naturales, pues por el pitón derecho era tardo, no humillaba y tiraba arreones. Se empleó a fondo Castella, aunque el toro no transmitía y, tras una estocada entera, saludó desde el tercio.

El tercer turno, con el primero de Gutiérrez, fue para el olvido, pues el torito, mal presentado de cara,  ni humillaba ni era fijo. Castella hizo alarde de técnica para mantenerlo en la muleta, pero lo desentendido del animal hizo que la suerte suprema se tornara difícil de ejecutar. El público, frío, pagó con silencio el esfuerzo del torero

Ficha de la corrida

Tercera corrida

Toros de Santa Bárbara (primero y quinto), Achury Viejo (segundo y cuarto) y Ernesto Gutiérrez (segundo bis, tercero y sexto).

Cielo nublado. Se torearon el segundo y el tercero con el techo cerrado.

Asistencia: tres cuartos del aforo.

Sebastián Castella

Traje: celeste y oro

Picadores: José Doblado, Efraín Ospina, Diego Ochoa, Clovis Velásquez, Luis Viloria y Reynario Bulla.

Banderilleros: José Francisco Borrero, Alex Benavides, Héctor Fabio Giraldo, Gustavo García “Jeringa”, James Peña, Hernando Franco, Jaime Devia, Ricardo Santana y Jaime Mejía.

Sobresalientes de espada: Juanito Ortiz y Gustavo Zúñiga.

Toros: #770 “Manchego” con 448 kilos (palmas en el arrastre); #2 “Marinero” con 462 kilos (devuelto); #57 “Náufrago” con 470 kilos (pitos en el arrastre); #4 “Ballestero” con 474 kilos (silencio en el arrastre); #20 “Cautivo” con 456 kilos (vuelta al ruedo) #851 “Caperuzo”  con 455 kilos (silencio en el arrastre) y #48 “Flautista” con 492 kilos (pitos en el arrastre.

Trofeos: Leves palmas tras un aviso, saludo, silencio, una oreja tras un aviso, una oreja y palmas tras un aviso.