En los primeros cuatro minutos en el estadio Palogrande el partido prometió ser un espectáculo de goles y emociones; apenas había transcurrido el primer minuto cuando el juvenil Néider Moreno sorprendió a los dirigidos por Pacho Maturana y puso la ventaja transitoria para Envigado.

Pero la dicha le duró tres minutos exactos porque los locales aprovecharon la inexplicablemente mal parada zaga Naranja para poner la igualdad por cuenta de Edder Farías.

Luego hubo casi un cuarto de hora de fútbol intenso, no muy ordenado, pero sí bastante emotivo. Sin embargo, el partido fue cayendo en dinámica en gran medida por el estado de la cancha que minutos antes de recibir a los jugadores había tenido que ser drenada con espumas gigantes por la profusa lluvia que cayó sobre Manizales durante toda la tarde.

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El segundo tiempo fue incluso más deficiente. Aún así a los dos equipos les alcanzó para tener opciones claras para conseguir la ventaja que finalmente no llegó. 

El 1-1 no fue negocio para ninguno, porque con el complemento de la jornada este domingo seguramente ambos se ubicarán más lejos del umbral de puntos para entrar a los ocho finalistas del torneo. 

Tanto para Rubén Darío Bedoya en Envigado como para Maturana en Caldas, empieza a ser hora de hacer balance y sobre todo pensar lo que sigue. Las posibilidades de este semestre se esfumaron un poco más.