Las pasarelas en Colombia siempre han tenido un enlace de trabajo de lo que es la moda en el ámbito universal y de lo que es la materia prima del país. Es una bella historia que algún día se tiene que contar, la historia de las pasarelas. Hoy el tema moda se trabaja con pasión, profesionalismo y materiales de todos los lugares del mundo. Lo más importante es que nuestras pasarelas cuentan una historia. El reciente Bogotá Fashion Week  BFW fue todo un ejemplo de la historia y la creatividad en cada uno de los diseñadores que desfilaron.

Esta página es muy visual, pero tiene un personaje que fue clave en que esos 35 diseñadores colombianos y un invitado especial europeo, desfilaran con sus historias entre colores, texturas, cortes rectos, ovalados o asimétricos, largos o cortos,  igual en lo femenino que en lo masculino, tejidos, bordados, estampados. Este año el apoyo total de la Cámara de Comercio de Bogotá fue el que permitió que la segunda versión del BFW se diera con impecable organización, con talento colombiano. Dentro de la organización, esta mujer que tiene el oficio de rectora de decir sí o no, como curadora: Pilar Luna. Periodista de pura cepa, escritora y, sobre todo, un ser con un olfato en el conocimiento de qué es lo mejor para ver. En una pasarela lo importante es lo que se ve y queda en la mente.

1.¿Cuántos años en los medios de comunicación?
Llevo 25 años vinculada a los medios de comunicación. Primero en El Tiempo, después en Publicaciones Semana con la revista Fucsia y luego en Televisa con la revista Infashion.

2. ¿Qué experiencia le deja este BFW?
Ha sido muy enriquecedor ser la curadora del BFW desde el inicio. Encontrar todo el talento y la creatividad que hay en los diseñadores que están apenas iniciando el negocio, poderlos guiar, fue una experiencia única en esta tercera versión en la que se involucró un proceso de curaduría mucho más grande para elegir a los diseñadores participantes, tanto en las pasarelas como en el espacio comercial. Por otro lado, ver cómo ha crecido el evento y ahora con el respaldo de la Cámara de Comercio, es muy satisfactorio porque siempre fue un sueño que Bogotá tuviera un evento de moda importante, grande, y se está haciendo el camino. Fue emocionante ver cómo una mujer tan influyente en la moda como Nina García se fue gratamente sorprendida con todo el talento que vio en pasarela y con las propuestas que se presentaron, porque eso, finalmente, fue la selección que hicimos como curadoras del BFW.

3. ¿Qué es lo más difícil en el trabajo de curaduría de moda?
La responsabilidad que se tiene de saber que de alguna manera esto le puede cambiar el negocio a un creador joven. Una plataforma como el BFW los visibiliza mucho y aportar a que eso pase es algo grande. Tener que descartar algunos porque no hay suficiente espacio en la parrilla o porque les falta propuesta, es difícil. Es un trabajo que se hace con mucha honestidad, conociendo el trabajo de cada uno de los inscritos en la plataforma y llegar a una parrilla equilibrada que refleje todo lo que pasa en moda en una ciudad como Bogotá, es un compromiso gigante. 

4. ¿Cuáles vio como las tres pasarelas más exitosas?
Fue muy linda la pasarela del Colectivo de Oficios y Adriana Santacruz, porque conectó emocionalmente a la gente con el oficio de tejer. Creo que se logró el objetivo de ver que la artesanía y la moda no deben estar divorciadas, que cada vez más se valora el trabajo manual en la moda porque, además, le da tanto trabajo a muchos artesanos. La pasarela inaugural de Lina Cantillo donde se arriesgó mucho con un solo color, el rojo, y logró una colección con perfecta mezcla de texturas y diferentes tonalidades de un mismo color. Su puesta en escena, su estilismo, el casting incluyente, la música, su narrativa y saber que era el inicio de todo lo que iba a pasar durante esa semana en Bogotá, fue muy importante y emotivo.
Destacar tres es difícil, pero diría que la de Faride Ramos también fue una de las más exitosas por la historia que contó, la remembranza de los juegos infantiles, su gran experiencia en patronaje y costura, su propuesta de siluetas, una colección muy internacional y además recibió el premio que entregó Nina García.

5. ¿Hay trabajos para presentar en el ámbito internacional?
Claro que sí. Muchas de las colecciones que se vieron podrían estar en cualquier pasarela internacional. Me gustó mucho que se ve una identidad colombiana, pero siempre con un sello muy internacional.

6. ¿Es fácil conseguir alianzas de apoyo económico para la moda?
Todavía es difícil que las marcas comerciales se vinculen a este tipo de eventos, pero creo que en el BFW se vieron formatos muy interesantes para lograr el maridaje ideal entre la parte comercial y el trabajo de los diseñadores nacionales.

7. ¿Debería tener Bogotá un Inexmoda?
La Cámara de Comercio de Bogotá está para promover la moda desde el negocio e incentivar todas estas empresas, tanto consolidadas como nuevas. Creo que toda la cadena, no sólo las instituciones, deberían trabajar más mirando hacia el mismo norte para que, en general, la industria de la moda nacional crezca, sin importar de qué parte del país sea. Pienso que no debe haber más institutos, sino más bien que se engrane todo mejor.