Bibliotecas y repositorios a un clic de distancia 

Autor: Diana Sofía Villa Múnera
28 mayo de 2017 - 02:00 PM

En la web florecen repositorios, archivos y bibliotecas digitales que ofrecen a todos acceso gratuito a infinitas fuentes de conocimiento, patrimonio e historia.

Medellín

Aunque internet ofrece billones de megabits de información, hasta ahora empiezan a consolidarse los bancos de conocimiento de calidad, verídico y comprobado, y abierto para todos, de la mano de universidades, reconocidas bibliotecas, ONG o gobiernos.

La punta de lanza la llevan los científicos, que a través de repositorios de artículos de libre acceso han pujado para consolidar plataformas para tener a la mano el conocimiento producido en diversas partes del mundo.

Así lo explicó Jaider Ochoa, profesor de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia y experto en acceso abierto, quien señaló que “en la medida en que estos recursos surgen desde el ámbito científico y académico, se piensan para expertos. Pero con el tiempo ha ido girando en mecanismos de apropiación en ámbitos como memoria, literatura, pero realmente es un asunto que apenas comienza a consolidarse y hacerse visible”.

Y  es que en la actualidad, la mayoría de universidades o centros de investigación tienen repositorio de tesis, artículos y revistas indexadas en línea, pero pocas instituciones ofrecen bibliotecas de literatura o de humanidades para el disfrute de la lectura de cualquier internauta curioso.

Entre la oferta para el público en general, es decir quienes no son expertos o estudiosos, Ochoa resalta la Biblioteca Digital Mundial, un proyecto de la Unesco, creada en 2009 por iniciativa de James H. Billington, el bibliotecario del Congreso de Estados Unidos, que recoge contenido acerca de los 193 estados miembros de la Unesco, con el objetivo de “crear una colección en internet, de fácil acceso, de todos los tesoros culturales del mundo que contaran las historias y destacaran los logros de todos los países y culturas, promoviendo así la sensibilización y el entendimiento intercultural”.

“La biblioteca mundial digital es un proyecto complicado y muy sorprendente. El enfoque es de documentación histórica, no obstante ellos están interesados en la producción de conocimiento del mundo, que gira en torno a la información de diferentes culturas, en diferentes contextos. Ellos hacen mucho énfasis en la cultura, en la posibilidad de recuperar todo eso que nos identifica en diferentes culturas. No está limitado a un periodo de tiempo y creo que cabe todo tipo de información”, amplió el docente.

La Biblioteca Digital Mundial cuenta con 15.963 artículos, además de mapas interactivos y líneas históricas. Hace énfasis en el multilingüismo -permite la búsqueda en siete idiomas-,  en el desarrollo técnico de metadatos e interfaz y en una red de colaboradores en todo el mundo que alimenta la colección.

Por su parte, en el continente europeo, la biblioteca digital que lidera en el aspecto cultural se llama Europeana, una plataforma apoyada por la Unión Europea que supera por mucho la cantidad de archivos de la Biblioteca Digital Mundial, con más de 53 millones de obras de arte, objetos, libros, vídeos y sonidos de toda Europa.

Europeana tiene como misión transformar el mundo a través de la cultura -como señalan en su página web- y “aprovechar el enorme patrimonio cultural Europeo y que la gente pueda usarlo fácilmente para su trabajo, su aprendizaje o por puro placer”.

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En el país, quien le sigue los pasos a estas iniciativas, aunque no con objetivos tan vastos, es la Biblioteca Nacional, que le ha apostado a la consolidación de su biblioteca digital.
La madre de las bibliotecas públicas del país cuenta con una plataforma digital que ofrece repositorio patrimonial, documentación musical y proyectos nacidos digitales. El repositorio patrimonial de la web reúne parte de la hemeroteca de la biblioteca con prensa del siglo XIX digitalizada.

Javier Beltrán, líder de desarrollos digitales de la Biblioteca Nacional, expuso que “este año queremos consolidar la biblioteca digital de la Biblioteca Nacional, reuniendo los contenidos digitales, tanto de patrimonio como de nuestros proyectos que son nacidos digitales. La política de la biblioteca busca la preservación digital de lo que reposa aquí para proteger el material y por supuesto para divulgarlo y dotar a todas las bibliotecas públicas con este contenido”.

Entre los proyectos concebidos para la web, Beltrán destacó el libro en HTML 5 Historia de Colombia y sus oligarquías, de Antonio Caballero; la Gaboteca, que es un micrositio en el que está alojada toda la información bibliográfica que tiene la biblioteca con respecto a Gabriel García Márquez y también lo hecho por él; y la Biblioteca Básica de Cultura Colombiana, una colección lanzada en 2016 que cerrará el año con 65 títulos que recogen lo más representativo de la cultura de Colombia de todos los tiempos.

Asimismo, Beltrán señaló que “la apuesta de los nacidos digitales está ligada al objetivo del Ministerio de Cultura de mejorar el índice de lectura, pero también tiene la misión de que las 1.400 bibliotecas públicas del país tengan acceso a contenidos de calidad”.

Biblioteca de babel

Aunque los ejemplos mencionados hacen ver cercano el sueño de Borges de tener una biblioteca infinita y universal, aún hay barreras técnicas y de derechos de autor que no permiten la consolidación de una plataforma con literatura actual disponible para todos.

Para Jaider Ochoa, tener una biblioteca de literatura actual puede parecer una idea ingenua e idealista si se piensa a corto plazo: “las bibliotecas de literatura se complican por los derechos de autor, porque apenas estamos tomando conciencia de la necesidad de generar una cultura abierta. Los nuevos autores están tomando conciencia con la necesidad de liberar el documento con licencia Creative Commons, pues se ha demostrado que no riñe con la generación de ganancia. El reto es cambiar la concepción y entender que es posible generar ganancias e igualmente que no tenga restricciones, sino que sea conocimiento para el mundo y que se pueda compartir”.

Asimismo, el docente declaró que no pierde la esperanza de que pueda existir una gran biblioteca digital para el acceso y disfrute de todos de forma libre, “pero eso se acompaña con un montón de acciones políticas, culturales y educativas que permitan a las nuevas generaciones tomar conciencia sobre la importancia de liberar la información para que ese tipo de bibliotecas sean posibles. Entonces puede ser iluso, pero creo que no va a serlo dentro de una década”.

No obstante, desde ya en la web los lectores pueden encontrar iniciativas en ese sentido como la plataforma Leemos que ofrece e-books gratuitos y está impulsada por la fundación Telefónica para fortalecer la lectura en las aulas de clase. 

Por otra parte, está Leamos, una plataforma nacida en 2015 que ofrece una suscripción mensual para tener acceso a miles de e-books enfocados en literatura.

Patrimonio de la ciudad

Además de la ciencia, la historia y el patrimonio también han impulsado el desarrollo de repositorios en internet, pues la digitalización del contenido ayuda a la preservación del material histórico, que por su antigüedad resulta más conveniente consultarlo mediante una pantalla para evitar su deterioro.

En la ciudad, el Archivo Histórico de Medellín adelanta un proceso de digitalización del patrimonio. En su sitio web se encuentran más de 157.000 documentos y mapas digitalizados y libres para consulta y descarga, con registros desde 1657. Sin embargo, el material en línea apenas es una muestra de la cantidad de información análoga que reposa en el archivo físico.

Claudia Cristina Vásquez Vargas, directora del Archivo Histórico de Medellín, señaló que “la digitalización se hace con dos propósitos: de preservación y la consulta. Para la digitalización utilizamos un procedimiento fotográfico, con una cama especial porque algunos son documentos con más de tres siglos. El resultado permite un acercamiento progresivo con una imagen que no se pixela. Entonces cuando consultas documentación colonial, que tiene caligrafías antiguas, con abreviaturas que hay que descifrar, al hacerlo en la pantalla tienes más posibilidad de leer con cuidado que incluso con el documento original, porque tendrías que usar una lupa para esas caligrafías”.

En este archivo resguarda únicamente información sobre la historia y los entes públicos de Medellín y tiene ‘joyas’ que reposan en línea como el Acta de constitución de la Villa de Aburrá o mapas de los planes de urbanismo de Medellín de mediados del siglo pasado. También se pueden consultar documentos producidos por entes territoriales como el Concejo de Medellín o el desaparecido Inval.

Adicionalmente, la Biblioteca Pública Piloto tiene disponible el sitio BPP digital con 31.119 documentos digitalizados, de los cuales, 23.926 son fotografías, 6.660 son documentos y 593 son grabaciones sonoras, fechados entre 1848 y 1980. 

Alejandra Quintero, funcionaria de la Biblioteca Pública Piloto, aseguró que aunque han trabajado en la digitalización de las colecciones patrimoniales, en la web apenas se puede acceder a menos del 10% de lo que tienen disponible en la biblioteca.

“La digitalización es un proceso costoso, se necesita contratación. Pero el objetivo es tener la mayoría de estos archivos disponibles por temas de conservación, para que se preserve el material y para que sea posible eliminar barreras de acceso”, explicó Quintero y añadió que “la idea es que a futuro se tengan las colecciones completas de aquellos fondos de los cuales se tengan los derechos de manejo de la información”.

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En el sector académico, el repositorio digital de la Universidad Eafit lidera en visibilidad y número de visitas según el Ranking Web de Repositorios. Allí los internautas pueden encontrar libros del Fondo Editorial, artículos, documento de trabajo de investigación, documentos históricos, trabajo de grado, tesis doctoral y de maestrías. Además, del repositorio especializado en patrimonio musical que pone a disposición audios, libros y partituras.

Gloria Patricia Ospina, jefe del centro cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, destacó  “la Colección del Bicentenario de Antioquia y el libro Viaje a pie de  Fernando González, editados por el Fondo Editorial de Eafit, que cuentan con acceso libre en línea”.

Para Ospina, “siempre va a haber una combinación entre material análogo y digital, porque es mucha cantidad y es casi imposible digitalizarla toda. Además todavía falta mucho en el país porque son procesos costosos y necesita una estructura tecnológica especial para la digitalización”.

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Por su parte, la Universidad de Antioquia también cuenta con una biblioteca digital gratuita con material de investigaciones, producción docente y estudiantil, material de la editorial de la universidad, archivos de patrimonio histórico e incluso algunas obras literarias.

Dentro de esta oferta, según el histórico de la biblioteca digital el archivo más consultado ha sido la obra El hombre que ríe, del clásico francés Víctor Hugo, con más de 14.000 visitas.
Weimar Cardona, bibliotecólogo de la Biblioteca Carlos Gaviria de la Universidad de Antioquia, explicó que la universidad está evaluando una política institucional para promover el acceso abierto y, en este sentido, robustecer la biblioteca web con nuevas publicaciones de la editorial universitaria.

“Le dimos el nombre de biblioteca digital y no repositorio institucional, porque queremos que de pie a otros contenidos que no sean solamente producto de las actividades académicas de la comunidad universitaria, sino de gente externa también. Actualmente en la división de Patrimonio Histórico y en la Biblioteca virtual de Antioquia tenemos producción externa y de interés general”, puntualizó Cardona.

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