El cambio en las necesidades nutricionales en la transición de la niñez a la adolescencia depende de cada organismo, explicó Natalia Zuluaga Arroyave, nutricionista-dietista, quien detalló que “hay adolescentes que aumentan mucho su apetito, otros que no”.
Pese a esto, ella indicó que “en esta etapa es muy importante que se incremente el consumo de calcio por medio de productos lácteos”, y explicó que los adolescentes deberían consumir leche o sus derivados, por lo menos tres veces al día, para cubrir los requerimientos mínimos de este mineral en el organismo.
El calcio es esencial en la formación y mantenimiento de los huesos y dientes. Se encuentra en alimentos de origen animal como la leche y sus derivados, yema de huevo y las sardinas. También está presente en alimentos vegetales como legumbres secas y verduras de hojas verde oscuro, según especificaciones del Manual de alimentación escolar saludable de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En cuanto a las adolescentes, es necesario que aumenten su consumo de hierro tras la llegada de la menstruación, por lo que la experta destacó el consumo de carnes rojas, ya que tienen un alto contenido de este mineral.
El hierro, por su parte, es el componente de la sangre que lleva oxígeno a todo el cuerpo, su deficiencia causa anemia. Está presente en alimentos de origen animal como la carne vacuna, hígado, leche enriquecida y vegetales como legumbres secas, verduras de hojas verde oscuras, cereales de grano entero y harina de trigo enriquecida, según el Manual de alimentación escolar saludable. 
La adolescencia es un período de importantes cambios fisiológicos, “entre ellos se destaca el rápido crecimiento y desarrollo, que demanda un aumento de calorías y de todos los nutrientes en general, en comparación con la niñez. Esto supone aumentar las porciones de todos los grupos de alimentos saludables en general”, indicó la nutricionista-dietista Beatriz Parra, magister en Ciencias Básicas Biomédicas. 
“Las prácticas relacionadas con la alimentación de los adolescentes han sufrido cambios en los últimos tiempos, con una tendencia hacia lo no saludable, que consiste en el incremento del consumo de gaseosas, meriendas, comidas rápidas y azúcares, y una disminución del consumo de frutas, verduras, leche y leguminosas”, evidenció el estudio La alimentación de los adolescentes: el lugar y la  compañía determinan las prácticas alimentarias de Olga Osorio (Universidad Santiago de Cali) y María Consuelo del Pilar Amaya (Universidad Nacional), publicado en la Revista Aquichán Vol. 11 (2011).
En el estudio las autoras señalaron que la escuela constituye un espacio que puede influir de forma negativa o positiva en los hábitos alimenticios de los adolescentes: “Negativa por la tendencia actual de muchos planteles educativos que ofrecen y venden meriendas con niveles elevados de grasa y bebidas con alto contenido calórico que están desplazando el consumo de frutas y vegetales en las dietas de los adolescentes, y contribuyen a la ingesta de grasas saturadas que exceden los niveles recomendados. También la escuela influye de forma positiva mediante intervenciones ambientales incrementando la disponibilidad y la promoción de alimentos bajos en grasa”.

La comida en instituciones educativas
El Artículo 11 de la Ley 1355 de 2009 estableció que los colegios deben implementar estrategias para ofrecer una alimentación balanceada y saludable, para lo cual deben contar con el apoyo de las empresas de alimentos y fomentar la toma de decisiones adecuadas que permitan a los estudiantes mejorar sus hábitos de vida y estimular la actividad física, la recreación y el deporte como acciones que previenen el sedentarismo y las adicciones. 
“Los alimentos que dan en los colegios son adecuados o no dependiendo de la institución. Hay colegios en los que abusan de los azúcares y las comidas rápidas, es importante que haya variedad y que se incluyan las frutas y verduras. En cambio hay otros muy responsables que buscan ayuda de nutricionistas para diseñar las comidas”, precisó Zuluaga Arroyave. Ella señaló que ha trabajado con colegios donde implementan muy buenas estrategias para que las dietas sean balanceadas, siguiendo los lineamientos de la Ley 1355, y otros en los que no se interesan en lo más mínimo por el tema.

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