A los nuevos gobernantes se les perdió algo

Autor: Jorge Alberto Velásquez Peláez
13 febrero de 2020 - 12:02 AM

No puedo referirme a un solo proyecto que se haya anunciado para aprovechar, y no lo digo en broma, que Antioquia esté en la mejor esquina de América, o mejor, en la mejor esquina de Colombia, que está en la mejor esquina de América

Medellín

El 61% de las exportaciones colombianas del 2019 le correspondió a sólo 25 empresas petroleras y mineras, dominantes además en el exclusivo club de las 50 mayores compañías exportadoras del país. Como moscas en leche figuraron entre ellas la Federación de Cafeteros, Unibán, Sofasa, y dos productoras de plásticos, y luego, en posiciones secundarias, las floricultoras Sunshine Bouquet y Elite Flowers, Belstar con perfumes, Bayer, la bananera Banacol, Colmotores, y Colombina. Esas son las empresas de mostrar, las del orgullo exportador de un país que el año pasado se vio herido en su orgullo al registrar el peor volumen de exportaciones de los últimos diez años, el cual algunos expertos atribuyeron a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y a una menor dinámica de las exportaciones mundiales; ridículo, pues es como si quien vende arepas en Rionegro justificara sus menores ventas por la disminución del presupuesto del municipio; la responsabilidad es nuestra, pues no producimos para vender en el mercado externo. Y Antioquia no es excepción, pues ha perdido una década en exportaciones, y los registros de los últimos años simplemente se han visto maquillados por las ventas de oro. Lo he dicho en anteriores ocasiones, las compañías manufactureras colombianas están orientadas hacia el mercado doméstico, con la fortuna de no encontrar competencia de productos importados, y lamentablemente, también como ellas, nuestros gobiernos, nacional y regionales, se orientan hacia dentro, con la esperanza quizás de que los “quesitos” fortalezcan al sector lácteo, la panela lidere el desarrollo económico de los municipios más pobres,  o el  Borojoa patinoi -más conocido como borojó-, sea una segura apuesta internacional para la sustitución de cultivos ilícitos. No se busca, por ejemplo, recuperar al moribundo sector confeccionista con una estrategia de modernización del sector para su mayor competitividad y productividad, y por ende grandes exportaciones con valor agregado, sino, a cambio, aplicar impuestos a las importaciones para concederle a la producción nacional una falsa expectativa de competencia frente a las prendas de vestir extranjeras.

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Había dejado yo de escribir sobre la internacionalización de Antioquia, pues no tenía caso hacerlo considerando que en ese campo, a la apatía exportadora de las empresas paisas, había que sumarle que  tanto la gobernación del departamento como todas las alcaldías, incluyendo obviamente la de Medellín, nada hicieron; quise esperar las propuestas de los nuevos gobernantes, pero lamentablemente, en alguna parte del camino que los llevó a estrenar sus despachos, parece que perdieron todo lo que tal vez habían preparado sobre el tema internacional, y por ello hoy no puedo referirme a un solo proyecto que se haya anunciado para aprovechar, y no lo digo en broma, que Antioquia esté en la mejor esquina de América, o mejor, en la mejor esquina de Colombia, que está en la mejor esquina de América. No tuvimos con la anterior administración departamental tren ni puerto, pero no fue tan grave, pues tampoco logramos producción para transportar.

La cuarta revolución industrial nos llegó sin que nuestras empresas tuvieran éxito en la tercera, la inversión extranjera no llega al sector industrial para generación de más empleos, los sectores tradicionales no crecen para competir mejor en el mercado internacional, los acuerdos comerciales quedan expuestos en preciosas publicaciones que no se consultan, y nadie hace nada por recuperar en algo la otrora importancia en la producción de manufacturas que tuvo nuestra región. ¿Qué efectividad tiene el Conpes lechero en la productividad de los campesinos del norte, y cuál ha sido para estos el beneficio de los TLC? ¿Hacia dónde estamos exportando los cafés especiales que de manera tan especial ha venido promoviendo la Gobernación de Antioquia? ¿Por qué Ecuador nos triplica en exportaciones bananeras? ¿Qué efecto tuvieron en la producción manufacturera antioqueña los publicitados programas de transformación productiva del Mincomercio? ¿Quién gerencia la internacionalización regional? ¿Seguiremos dependiendo de Procolombia, que no sabe hacia dónde va, para que nos diga hacia donde debe ir nuestro territorio, con una oferta exportable que no tiene? ¿Tendremos que esperar cuatro años para que lleguen nuevos mandatarios que sí tengan visión internacional?

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Una queridísima colega me dijo un día, al escucharme estas mismas reflexiones, que había que mirar en la letrica menuda de los documentos que han expuesto hasta ahora nuestros gobernantes, pues allí algo sobre todo lo anterior se decía. Puede ser cierto, pero en el mundo de la Globalización 4.0, la internacionalización tiene que ser prioritaria, no marginal, tiene que ser el motor del desarrollo económico, no una carrocería sin motor. Termino diciendo que estos comentarios, si bien se refieren al caso antioqueño, son de igual validez para las demás regiones del país, que, dicho sea de paso, están peores en materia internacional que Antioquia. ¡Qué esperanzas!

 

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