Sensible hasta los tuétanos. Muy seguro de lo que quiere, hace y proyecta en el mundo de la moda. Un mundo que hoy día es complejo, con mucho ruido de por medio. Para Camilo Álvarez, diseñador antioqueño, buscar el equilibrio es lo más importante.
Uno cree que como son “diseñadores de moda” deben de ir de sombrero, capa mágica, zapatos de colores. No, aquí con este personaje no vamos a ver esas extravagancias. Solo con apreciar su figura menuda, corte de cabello clásico, sin tatuajes, una mirada sincera, un vestir armonioso, sencillo, se capta a un ser muy equilibrado, muy sensible, observador, tranquilo. Un diseñador que no sale a comprar ropa, lleva su marca y compra ropa sólo a colegas diseñadores. Dice que no es ordenado pero sí muy organizado. Es estricto en ciertas cosas. No monta en bicicleta pero si camina mucho. Así es Camilo Álvarez, quien según su signo de Piscis ya cumplió años el pasado 10 de marzo. Y sí es Piscis, como un pez en el agua se mueve dentro del tema de la moda, el que estudió y en el que trabaja con mucha seriedad. Porque los estamentos del circuito moda han cambiado notablemente.
En el mes de marzo presentó su colección con el nombre de Pilar con catorce referencias y ya el 80% se vendió, está lista Relieve la colección de abril. Esto habla de una economía en el sector moda que se mueve, pero porque en el trabajo hay calidad, hay tallaje muy cuidado y, lo más importante, hay un dialogo con la gente, con ese consumidor que él quiere escuchar, al que él quiere sugerirle diferentes maneras de llevar una prenda. No le interesa una moda como una dictadura, rígida. Ahora el diseño de su colección es en la tienda, es en la boutique en casa, es el pedido on line. Todo esto exige una logística distinta.
Él define sus diseños con espíritu joven pero que sirvan para diferentes ocasiones, que sean funcionales, acordes a un estilo de vida versátil, no aburridoramente básicos, que sean prendas interesantes.
¿Con qué ojos ve la moda de hoy?
Hoy en las manos de los diseñadores está la responsabilidad de hacerlo bien. Hay mucho ruido, se ven muchas cosas, las prendas intemporales, las pasarelas de hombres y mujeres al mismo tiempo. Lo importante es concentrarse en uno, lo importante es el diálogo con su gente.
¿Qué tanto hoy la moda es pasión o negocio?
En mi trabajo es ciento por ciento pasión. En lo que está pasando hoy sólo se mide en rendimiento de negocio, por eso hay que cambiar el chip, de lo que usted vea muy barato, sospeche. Hay que buscar el punto medio a un precio justo tanto para el diseñador como para el consumidor.
¿Qué tanto su moda es creatividad?
Lo mío es un tema orgánico. No es hacer colecciones y borrar y cuenta nueva, hay que evaluar las colecciones, es evolucionar, es como la sombra de los árboles, usted los siembra los ve crecer. El tema es no parar. Yo creo en el desafío de la parte técnica. Eso de hacer ensayos es costoso.
¿Hoy se combina todo, se puede todo en la moda?
Sí se puede porque esto es libertad para cada persona. La moda de hoy habla del individuo, no como antes que era como darnos la Biblia. Hoy se llevan cuadros con rayas, rayas con flores, lunares con flores.
¿Una pieza de vestido debe ser importante por sí sola o debe llevar accesorios?
Debe ser importante por sí sola así sea una camiseta. Que en las costuras se sienta que la prenda es una creación especial. En este tema soy muy elemental, esencial y creo que puede ser por recuerdos de mi madre que es una mujer santandereana, académica, que no usa ni aretas.
¿En qué pasarela se sueña estar?
La verdad que no había vuelto a pensar en este tema. Hay tantas pasarelas, ya no pienso en pasarelas. Soy atípico para ciertas cosas. Hoy en día me gustan las de Seúl y Tokio, me sentiría en mi salsa porque aquí hay más algodón y denim. Y de las pasarelas grandes la de Nueva York.
Camilo Álvarez, no miró el celular mientras hablábamos, es un diseñador infinitamente equilibrado y cómo no hacer el cierre de este escrito que es como una de sus prendas básicas, preguntándole: ¿Cómo es un día en su vida diaria?
“Depende… El lunes y viernes son parecidos, el martes y jueves parecidos y el miércoles es mi día único. Este día hago ejercicio, yoga y luego más tarde llego a trabajar, voy a casa y cocino.? Lógico que esta palabra para mí es como hacer una colección ‘cocino’”.
¿Sabes cocinar? Y sencillamente, con sus dedos hace la seña de hacer un paréntesis:?“bueno, no, practico y lo que hago lo hago muy bien. Una arepita con algo, pero un día hice un Causa limeña y me quedó deliciosa. Si me pusiera a practicar creo que lo haría bien”.
Nos dice que come de todo y que su trago preferido es la ginebra.
Lo despido preguntándole si lee periódico.? De una me dice que le gusta leer en formato tabloide.