Se hace necesaria la pronta elaboración de los reglamentos que llenan los vacíos de procedimiento que hay en la ley.
Ante la Reforma Tributaria, ¿qué debería pensar un inversionista extranjero que quiera montar una fábrica o una empresa en Colombia? La respuesta es mayoritariamente positiva. Sin embargo, les preocupan los excesos de trámites y que lo aprobado el año pasado en poco tiempo sufra una modificación.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, señaló que la reforma es positiva dado que estimula la generación de empleo, la generación de nuevas empresas y ayuda a que las que ya existen, crezcan y esto debido a que les reduce la carga tributaria.
En el mismo sentido se pronuncia Alejandro Vera, vicepresidente de Anif, quien precisó: “Nosotros creemos que sí. La Reforma tiene elementos que benefician al inversionista en general y al extranjero en particular. En general porque va a bajar las tasas, evidentemente no lo va a hacer ni en 2017 y en 2018 ya que el gran estímulo para el inversionista va a ser desde el 2019 hacia adelante, cuando van a bajar a 33% en renta”.
El otro tema, comentó Vera, es que los impuestos sobre dividendos a pagar por un inversionista extranjero apenas quedaron en un 5%, lo que también puede ayudar “porque si se compara la tributación de Colombia para las firmas, y suponiendo, que se quiera sumar el tema de los dividendos, el país queda con una tasa efectiva mucho más baja que la que tienen Chile, México y la que tienen en promedio los países de la Ocde, por lo que evidentemente va a tener un efecto positivo sobre la inversión extranjera”.
Munir Jalil, director de Investigaciones Económicas para el Área Andina de Citibank, consideró que en la medida que se pueda cumplir lo de esta Reforma tiene que haber un efecto positivo.
Engorrosa
La perspectiva cambia cuando se piensa en términos de procedimientos tributarios. El tema ha sido trabajado por la firma Deloitte. Diego Cubillos, socio de la línea impuestos y legal explica que se ha hablado de los grandes temas como IVA, dividendos, etc. pero no de los temas procedimentales o de detalle que afectan bastante el día a día como por ejemplo las llamadas retenciones en la fuente que hacen empresas o compañías cuando compran productos o servicios, cuyas tarifas se ajustaron desde el 1 de enero.
Precisó el experto que se requiere la reglamentación de las novedades establecidas por la ley ya que hay una cantidad importante de vacíos. “Por ejemplo hay dudas sobre la retención en la fuente a nivel de declarantes, si deben pagar el 2,5 o el 4,5%, lo mismo pasa por pagos al exterior, hacen falta definiciones”. Concluyó: “Aunque es una reforma necesaria, sí es muy complicada y tiene muchos temas de forma que complican a los contribuyentes del exterior, tiene obligaciones adicionales con cargas tributarias adicionales y temas formales”.
Vera, por su parte, dijo que cree “que la Reforma trataba de simplificar un poco, ya el sólo hecho de eliminar los tres impuestos que había que pagar antes (Equidad, Sobretasa y Cree) y reemplazarlo por uno ha generado una ganancia procedimental”.
A propósito de esto comenta Jalil: “Para el inversionista extranjero las condiciones de Colombia en términos tributarios siempre han sido engorrosas porque hay una cantidad de procesos y procedimientos, y cuando se les presenta la carga tributaria es algo que en el papel se ve elevado cuando se le compara con los países de la región. Eso ha sido siempre, aunque varios gobiernos, no solamente este, han tratado de simplificar los procesos”.
Reformas cada dos años
En opinión de Munir Jalil, director de investigaciones económicas para el área andina de Citibank, más que lo engorroso de los impuestos y su monto, la gran preocupación para los inversionistas extranjeros es la frecuencia de las reformas.
“Algo que siempre les genera dudas es si en el país cada dos años hay una Reforma Tributaria. ¿Qué tal que en 2018 o en 2019 me hagan otra reforma? Eso es así. El problema es la incertidumbre, el cambio continuo de las reglas” precisa el economista quien ya ve, como ha quedado evidenciado, que en el futuro próximo hará falta otra reforma.