"Este Gobierno ha incrementado el prespuesto de la cultura el 110%”

Autor: Daniel Grajales Tabares
26 marzo de 2017 - 06:00 PM

La ministra de Cultura de Colombia, Mariana Garcés Córdoba, habló con Palabra&Obra del presupuesto nacional para este sector, así como de las apuestas, retos, resultados de sus proyectos y respondió a los cuestionamientos de quienes este 27 de marzo saldrán a las calles a manifestarse, criticando el papel del Estado con la cultura. 

Bogotá

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, Unesco, cada país debería invertir en cultura el 2% de su PIB (Producto Interno Bruto), ¿por qué el Ministerio de Cultura de Colombia no tiene un presupuestocercano a esa cifra?
Yo quisiera saber cuáles de las secretarias de cultura de todo el país tienen una cifra siquiera similar a la que usted menciona que nos da la Unesco. Ojalá fuera más del 1% del PIB de los países, pero eso no se cumple tampoco en ningún país de Latinoamérica, ni en ninguna otra parte. 
Me gusta ver las cifras en contexto: en el gobierno del presidente Juan Manuel Santos lo que se ha hecho es incrementar el presupuesto de cultura en el 110%. Pero eso es lo de menos. 


El presupuesto de cultura puede variar de un gobierno a otro, de un presidente a otro. A este le interesa el tema cultural. Lo que hemos hecho es estructurar una serie de leyes que al sector que más benefician es al del teatro, para que, independiente de quién sea el ministro o el presidente, beneficien al sector cultura. 
Esas reformas, que son llevadas a discusión y aprobación por el Congreso de la República, serían más fáciles de tramitar si se contara con el apoyo del sector y su acompañamiento. 


Lo que se ha hecho en materia presupuestal, a pesar de la crisis fiscal de los dos últimos años, es enorme para el caso del sector cultura. 
La Ley del espectáculo público, por ejemplo, le ha generado un recurso adicional al presupuesto del Ministerio por $78.501 millones. Cuando yo llegué al Ministerio, su presupuesto de inversión era de $80.000 millones del total y estos son recursos adicionales para el sector, de los cuales $19.363 millones se quedan en Bogotá $4.531 millones van para Medellín, y así a otras ciudades del país. Los principales beneficiados son los grupos que tienen salas de teatro, cuyas infraestructuras han sido mejoradas por el Estado, algo que antes era totalmente imposible. 


Gran parte del presupuesto que se distribuye a las regiones viene del impuesto al consumo en la telefonía móvil celular, este año se extendió a los planes de datos cuyos valores fueran de $45.000 o mayores, lo que le va a aportar más de $20.000 millones al presupuesto del Ministerio, cuando el tema esté totalmente regularizado, en el año inmediatamente siguiente.  Estos dos casos son adicionales al presupuesto de inversión del Ministerio de Cultura. 

 

En el 2016, el Ministerio tuvo como presupuesto el 0,019% del PIB que es cerca de $319.000 millones, este 2017 la cifra bajó al 0,16% ($302.000), ¿por qué se dio la baja?
Los impactos fiscales no son excluyentes para el sector cultura, evidentemente tuvimos un recorte, pero si miramos los últimos ocho años de gobierno, con el periodo pasado, el incremento es muy representativo. Además, hay normas estructurantes que irradian y llegan con recursos importante para el sector.

 

En el 2017 el presupuesto es de $302.024.000.000 y el monto de funcionamiento es de $179.262.444.269. En muchos ministerios se maneja el tema del ‘funcionamiento’ como burocracia, pero en este no. Ahí está la plata que se transfiere a las regiones, hay recursos muy importantes en ese rubro. Los gastos de personal del Ministerio son $22.979 millones, los gastos generales son $12.416 millones y vienen los que se invierten en proyectos del país: bibliotecas gastos generales $2.887 millones, recursos del impuesto nacional al consumo (consumo de telefonía móvil) $27.194 millones, bibliotecas $17.124 millones, artes (Ley de espectáculos) $21.000 millones, programa nacional de concertación que es convocatoria pública $57.388  millones, música para la reconciliación (Fundación Batuta) $14.800 millones, cuotas de auditaje $540 millones, sentencias y conciliaciones $1.200 millones y otras transferencias $1.600 millones. Más del 70% se va para las regiones de Colombia.

 

¿Influyó en esta baja  en su presupuesto la creación del Ministerio del Posconflicto, como han planteado algunos gestores?
El Ministerio del Posconflicto no tiene un solo peso. Si usted le pregunta al ministro Pardo cuál es su presupuesto, él dice: $0. Su función es coordinar con los ministerios que tienen presupuesto para ver cómo se priorizan las inversiones, trabajar que los municipios del posconflicto (que son muchos más que los de las zonas veredales) hagan parte de los proyectos y programas que los ministerios ejecutan. 


Los recursos de Pardo serán adicionales, vienen de cooperación internacional. Cualquier cosa que nosotros podamos recuperar de presupuesto de cooperación internacional para el sector cultura, es algo que suma, no que le resta al Ministerio de Cultura. 

 

¿Cuál será el papel del Ministerio de Cultura en el posconflicto?
Tenemos unas líneas estratégicas que siguen siendo las mismas y lo que hemos hecho es focalizarnos en aquellos municipios priorizados por el posconflicto, pero nuestro tema no es, como pretenden algunos, que los que saben están en Bogotá para llevarles lo que deben hacer en cultura a los municipios del posconflicto. En esos municipios hay grandes gestores culturales, en ellos están sus propias dinámicas culturales, lo que queremos es facilitar esos procesos. No es que vamos a elegir a unos ‘privilegiados’, para llevarlos allá. 
Ayer, en el proyecto de Montes de María, que se llama Expedición sensorial y básicamente se trabaja, con todos los gestores, no solamente de los municipios de Montes de María, sino con los corregimientos anexos a estos municipios, porque tienen sus propias lógicas, por lo que han entendido que el Ministerio de Cultura va a armar en esos municipios líneas de desarrollo. 


Somos el Ministerio que más infraestructura ha llevado a las zonas más difíciles de este país. Nadie está haciendo nada por Santa María la Antigua del Darién, nosotros vamos a entregar en un mes y medio una casa de la cultura. La infraestructura cultural, que dinamiza los  procesos en lugares como Andagoya, Bojayá, en casi todos los municipios del Chocó, en Antioquia, donde hemos llegado a lugares con bibliotecas públicas o recientemente con teatros como en Jericó y Jardín. Hemos hecho 419 obras de infraestructura en Colombia. 


Nuestras apuestas en temas de posconflicto son: dignificar los procesos culturales en cada uno de esos sectores, trabajar con los gestores culturales de las regiones de Colombia y priorizar, conjuntamente con las comunidades, cómo quieren que se desarrolle el trabajo. No se trata de trabajar desde Bogotá, se trata de gestionar junto a ellos. 

 

El 27 de marzo los artistas del país saldrán a las calles a reclamar por las políticas de la cultura en Colombia, dicen que hace falta presupuesto, que no hay apoyos, ¿cuál es su respuesta a esta crítica?
Yo no tengo ninguna objeción sobre eso. Me parece que los manifestantes de este 27 de marzo son los de siempre, no hay nada nuevo en el panorama: la marcha la convocan el Teatro La Candelaria, Misael Torres, Jaiver Jurado (de Medellín), Sergio Restrepo (también de Medellín), los cuatro o cinco que tienen voz en su sector. 
Este Gobierno respeta las manifestaciones públicas y respetuosas de lo que quieran los artistas demandar. 


Nosotros tenemos voces de muchos otros artistas que comparten la postura del Ministerio, que sí sienten que han sido apoyados, que reclaman que haya apoyos para los que normalmente se quejan. Creemos que todos hacen un trabajo valioso, valoramos su trabajo y lo podemos mirar con cifras, ver en el mundo del teatro de Colombia quién ha recibido qué en estos años, aquí están las cifras. Que el presupuesto de cultura es poco, posiblemente, pero que ha mejorado mucho, también es verdad, podemos comparar nuestras cifras con cualquier otro periodo en la vida nacional. 


Les deseamos suerte en la marcha, estamos atentos a oír sus peticiones y garantizamos su derecho a marchar. 

 

Hay decretos como el 092 de 2017, que tienen incómodos a los artistas, por los cambios que proponen en su relación contractual y monetaria con el gobierno…
Lo que tiene que ver con la reforma tributaria debería ser consultado por el sector con el ministro de Hacienda. 

Debo decir que la figura de las fundaciones han sido unas figuras abusadas desde todos los sectores y, posiblemente, en algún momento, pueden verse tocados algunos de nuestro sector, pero yo ya no puedo hacer nada. 


Quiero decirles que el sector cultura no acompañó la Reforma tributaria. Yo estuve completamente sola en el Congreso de la República, peleando más recursos para la cultura. 
Bienvenida la marcha, bienvenida la queja, pero estamos a destiempo de hacer esos reclamos y esas anotaciones. Hubiese sido provechoso verlos en las audiencias públicas del Congreso sobre esta Reforma. 


La Reforma tributariaya fue sancionada, tuvo cuatro debates, ninguna voz del sector cultura estuvo manifestando sus objeciones contundentes contra esa parte de la Reforma. 

 

Entonces, ante una figura abusada, el Estado tiene que tomar medidas. 

 

Lo que dice esa reforma es que, básicamente, quienes están ejerciendo cargos directivos en las fundaciones, no hagan parte de sus órganos fundacionales o de sus juntas directivas, que no reciban una remuneración si son los creadores y están en sus órganos de administración. Puede ser incluso hasta sano que quien administra no sea el mismo integrante de organismos directivos que tienen como función controlar al que lo administra. 

 

Este decreto apunta que las entidades culturales deberían también asumir el 30% en procesos contractuales con el Estado, ¿esto afectaría a las pequeñas entidades culturales?
Es el de Colombia compra eficiente, que va a tener una cartilla que lo acompaña, porque hay confusiones. María Margarita Zuleta está revisando ese tema. 
Es importante decir que la única fuente de sustento, de manutención, de ejercicio, no sean las fuentes estatales, que se revisen otras oportunidades. Hay algunos de mucha trayectoria que lo hacen con mucho éxito como Casa Ensamble, que obviamente recibe aportes de este Ministerio y del distrito de la ciudad de Bogotá, pero tienen todos los días una renovación, abren sus puertas a otros creadores, generan ingresos significativos para su teatro. También hay gente muy joven a la que le pasa lo mismo, como La Maldita Vanidad, que propone nuevas formas. 

 

Ministra, si bien es necesaria una apuesta por mejores ingresos, hay quienes en ciudades como Medellín piensan en la cultura como “industria cultural”, ignorando que esto no sólo tiene que ver con las entidades culturales. La formación de públicos, la historia de los apoyos del Estado a la cultura, la violencia, la ausencia en muchos periodos del Gobierno cumpliendo ese compromiso de entregar arte a los ciudadanos y la no participación de la empresa privada son trascendentales, ¿no cree que es todavía el tema de la sostenibilidad lejano, ante la realidad del sector?
Yo creo que en el panorama de la cultura en Colombia hay de todo. Hay gente que todavía cree que es una obligación del Estado mantenerlos o sostenerlos per sé, por el sólo hecho de existir. Reconocemos que hay grandes creadores que le han aportado al sector, pero el mundo está cambiando y las perspectivas van cambiando. Hay muchísimos más. 
Muchos no quieren las convocatorias públicas y abiertas, que por el sólo hecho de existir esperan que se les asignen los recursos, pero hoy hay muchas más entidades, nuevos actores, que son quienes sí valoran que hay nuevas oportunidades. Nosotros creemos que el mundo de las artes cada vez crece más y con ello nuevas ofertas, que también deben acceder a los recursos públicos, por eso creemos que deben seguir las convocatorias públicas, en las que los jurados son de la Academia, son pares lo que dicen quién obtiene más y menos. Ojalá hubiera un mayor compromiso de la empresa privada. Debo reconocer que los empresarios antioqueños siempre tienen una sensibilidad especial, en apuestas culturales están Sura, Bancolombia, pensando en que su marca esté unida a la construcción de tejido social, de ideas innovadoras. 


Tal vez son cuatro o cinco las marcas en Colombia que tienen convicción en el desarrollo de los temas culturales. 


Lo ideal es una buena mezcla, que exista un buen apoyo del Estado, en el ámbito local, departamental y nacional, una oferta creativa importante para que la taquilla empiece a ser un tema relevante, evidente, con una empresa privad que considere que la cultura es tan importante o más que la educación, para construir en la consolidación de esos procesos. 
Debemos tener nuevas y buenas propuestas para el público, que siempre responde a ellas. 


El Teatro Julio Mario Santodomingo es un buen ejemplo de unión de recursos públicos y privados, con buenos ingresos de taquilla. 

 

Desde el inicio de su gestión, el proyecto bandera es Leer es mi cuento, el Plan Nacional de Lectura, ¿cómo va y qué resultados puede entregar en este momento?
Sí, esa es la línea estratégica del Ministerio, por lo que 37% de los recursos se destinan a la construcción de bibliotecas públicas, dotación de colecciones para la primera infancia, desarrollo del libro digital, dotación digital. Tenemos datos muy importantes. La Encuesta sobre consumo cultural y lectura nos deja como cifra más relevante que, los niños entre los 5 y los 12 años, están leyendo 3,2 libros al año cada uno. Eso implica que, en esa franja de edad, que es la que más nos interesa, cumplimos la meta. 
Adicionalmente, la encuesta dice que más gente asiste a las bibliotecas hoy. Sigue la apuesta, vamos muy bien. 

 

¿Qué quiere lograr con el Año Colombia-Francia?
Vamos a abrir unos espacios en los festivales franceses, en cada una de la líneas: teatro, música, danza, artes visuales, con todo lo reconocidos que son, con cifras como que a Francia cada año lo visitan 80.000.000 de personas, para que nuestros artistas puedan confrontar. 


Vamos a mostrar lo que somos. 


Hoy somos un país en paz, que abre nuevas oportunidades en cultura. Personas que vean una exposición allá sobre San Agustín, por ejemplo, se van a motivar para conocernos, para visitarnos. 


Pero no solamente es la apuesta estar y mostrarnos, lo que hemos hecho es que haya residencias para nuestros artistas, para que los artistas puedan ser recibidos por los franceses para formarse allá. 

 

Artes enfocadas en el posconflicto


Guiomar Acevedo, directora de Artes del Ministerio de Cultura, explicó por qué desean cocrear los planes de cultura en los municipios del posconflicto, en vez de llevarlos ya programados, solo pendientes de ejecución, a los territorios: “En Montes de María escogimos trabajar en todos los municipios de la región, que son 19. Al leer los Acuerdos de La Habana, en los que se habla del papel de lo rural y del valor que debe tener la palabra de las comunidades en la construcción de sus proyectos, diseñamos una metodología para trabajar en esas comunidades. Nos propusimos llegar a los corregimientos y veredas, además de trabajar en la cabecera municipal, consultar con la comunidad y que sean ellos quienes diseñen los proyectos. Es un trabajo muy grande que estamos haciendo todas las direcciones del Ministerio, para que los proyectos puedan ser realidad y para que otros grupos, teniendo muchos casos de personas que están regresando a sus comunidades, para que elaboren proyectos y puedan acceder a las convocatorias de nuestra cartera, pero también de otras entidades”. 


“La gente ya tiene autonomía para construir proyectos, los puede presentar, con confianza, con asesoría técnica. Tienen el poder de decidir las actividades culturales en sus territorios”. 

Las apuestas por el teatro 
 

Linna Paola Duque, coordinadora de Teatro y Circo del Ministerio de Cultura, presentó los proyectos que adelantan con esta área de la cartera nacional, a propósito de las quejas de los artistas, gestores y directivos de los teatros del país: 


“Para el teatro colombiano continuamos con las mismas apuestas. Tenemos el Programa nacional de salas concertadas,con el presupuesto igual al que ofrecimos el año pasado: $2.6000 millones. No hay ninguna reducción, tampoco hay aumento, se mantiene. Pasamos de $1.900 millones en el 2011 a $2.600 millones los dos últimos años (2016 – 2017). Seguimos vigentes con la apuesta de apoyar la programación artística de las salas de teatro públicas y privadas del país”. 


“Hemos hecho una apuesta muy importante en la reconstrucción de teatros públicos, en municipios cuyos recursos no tienen cómo hacerlo. El de Andagoya, por ejemplo, en el medio San Juan, estamos reconstruyendo su teatro, como estamos haciéndolo en el Chocó, con las casas de cultura, como pasó ya en Jericó y Jardín, el de Providencia”.

 

Presupuesto del Ministerio de Cultura de Colombia 2002 - 2017

Gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002 – 2010)

*Ministerio de María Consuelo Araújo Castro (2002-2006)         

2002

$56.928.000.000

2003

$56.487.000.000

2004

$85.427.000.000

2005

$93.494.000.000

2006

$108.768.000.000

*Ministerio de Elvira Cuervo de Jaramillo (2006-2007)

2007

$127.906.000.000          

 

*Ministerio de Paula Marcela Moreno Zapata (2007-2010)

2008

$163.515.000.000

2009

$173.256.000.000

2010

$193.782.000.000

 

Gobierno de Juan Manuel Santos (2010- 2018)

*Ministerio de Mariana Garcés Córdoba (2010 – 2017)

2011

$211.918.000.000

2012

$313.144.000.000

2013

$376.193.000.000

2014

$354.872.000.000

2015

$391.277.000.000

2016

$319.166.000.000

2017

$302.024.000.000

 

Fuente: MinCultura

 

 

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