La Alcaldía de Medellín asignó un presupuesto de $720 millones anuales para el funcionamiento de la Unidad de Salud Mental, ubicada en el corregimiento San Cristóbal, la cual contribuye al fortalecimiento de la Política Pública de Salud Mental de la ciudad.

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La Unidad cuenta con 18 camas para hospitalización, un psiquiatra, cuatro médicos generales con certificación de formación en el control del paciente en salud mental, enfermeras profesionales y auxiliares. La ESE Metrosalud aportó la adecuación y dotación. Se espera atender aproximadamente a 1.000 pacientes cada año.

“Este espacio refleja optimización de recursos. En dotación y adecuación esta Unidad requirió una inversión de $450 millones. Lo más importante que estamos haciendo acá es salvando vidas, atendiendo personas”, expresó el Alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga, quien hizo este viernes un recorrido por las instalaciones de la Unidad de Salud Mental.

El establecimiento inició operación en enero del presente año y tiene por objetivo mejorar la oferta de camas de hospitalización para los pacientes con enfermedades mentales.

Además de la Unidad, la Administración Municipal, a través de la Secretaría de Salud, invierte cerca de $8 mil millones al año en programas y proyectos de salud pública que tienen por objetivo la promoción de la salud mental.

Entre los principales proyectos en aspectos de promoción de la salud mental que tiene la adminsitración se encuentra la Política Pública de Salud Mental y algunas iniciativas como la prevención del consumo de sustancias psicoactivas, la orientación a la ciudadanía en la Línea Amiga Saludable (444 44 48), y la orientación a jóvenes y adolescentes por medio de los Servicios de Salud Amigables.

Adicionalmente, se destaca la interacción con estudiantes de 300 sedes educativas a través de la estrategia Cultura del Cuidado en el Entorno Educativo.

Se suman a estas acciones, el empoderamiento de 400 madres preventoras quienes fortalecen sus capacidades para identificar y orientar a sus comunidades ante problemas de drogadicción y el acompañamiento a las familias fuertes y resilientes para fortalecer vínculos.