La Clínica Clofán, en alianza con la Fundación Reconstruyendo Rostros, se planteó hace cuatro meses el propósito de ayudar a mujeres víctimas de quemaduras con ácido, quienes por consecuencia del químico presentan mayores problemas en sus ojos, dificultad que no sólo se limita a la pérdida de la visión, como el sentido más relevante, sino a no encontrar alternativas en muchos aspectos de sus vidas en los que les cierran algunas puertas. Por ello, idearon un programa de reconstrucción para atender de manera gratuita a víctimas que fueron quemadas por ácido.

En alianza con la Fundación, los médicos lograron identificar a un grupo inicial de seis mujeres con características particulares en sus ojos. A partir del análisis, exámenes y valoraciones que previamente realizaron las dos entidades, hicieron realidad un sueño compartido por quienes participaron en el proceso. De acuerdo a las cifras de Medicina Legal, en los últimos diez años, más de 926 mujeres en Colombia han sido atacadas con un agente químico y solamente en Medellín entre 2012 y el 2016 se presentaron 140 casos.

Jorge Henao Montoya, director médico de Clofán manifestó que "el problema  no se limita solamente a la pérdida de la visión, esperamos que al recuperar el sentido más relevante para el ser humano, automáticamente en sus vidas se presenten nuevas oportunidades para salir adelante”.

En promedio, una víctima que ha sido atacada con ácido requiere entre 20 y 40 cirugías, entre las que incluyen las relativas a la reconstrucción de la visión. Conscientes de esa realidad, el grupo de profesionales decidió aportar su especialidad y evaluó los casos viables de recuperación, para hacer la primera intervención a María de los Ángeles Borda, una mujer de 33 años, madre de tres hijos, quien hace doce años tuvo el incidente de violencia con ácido en el ojo izquierdo.

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María de los Ángeles (una de las pacientes) perdió su trabajo y a su hija mayor, quien nunca aceptó ver desfigurada a su mamá. Después de recuperar fuerzas, recibir soporte psicológico de la Fundación  Reconstruyendo Rostros y varias intervenciones para trasplante de piel, se convirtió en el soporte económico de su familia. Actualmente sostiene a sus hijos con el resultado de la venta de dulces en los buses de Bogotá. Gracias a las cirugías en la zona ocular que le practicó el equipo médico de Clofán, en cabeza de la doctora Katherine Rothstein,  su ojo izquierdo se recuperará y también podría mejorar sus párpados.

“Mujeres que puedan ver un mundo mejor” es el propósito de esta iniciativa para iniciar la campaña en contra de la violencia de género. María de Los Ángeles fue el primer caso atendido por esta clínica que tiene el fin de ayudar a quienes lo necesitan a dar un paso más en su experiencia oftalmológica.